SOCIEDAD
El estado de los ríos en Navarra es bueno: estos son los puntos más (y menos) contaminados
El 75% de los 128 puntos de muestreo superó los niveles exigidos por Europa, mientras que en el inicio de la serie este valor era del 50%.

Los ríos de la Comunidad foral presentan el mejor estado ecológico desde el año 2000, fecha en que hay datos registrados según los parámetros exigidos por Europa. Un 75% de los 128 puntos de muestreo, arrojaron en los controles del año 2020 una situación que les hace cumplir los mínimos ecológicos, ha informado el Gobierno foral.
En el año 2000, el porcentaje de cumplimento de requerimientos ambientales apenas llegaban al 50%. Por el contrario, en 2020, además de la mejora en términos generales, el porcentaje de puntos en estado "muy bueno" es el mayor de la serie histórica acercándose al 35%, mientras las notas de "malo" o "deficiente", que llegaron a representar en torno al 20% hace poco tiempo, se han quedado sólo en un volumen residual cercano al 3%. En el lado negativo, los puntos más preocupantes se localizan en puntos del Arga aguas abajo de Pamplona, Arakil, Ebro o Cidacos, entre otros tramos.
Las labores para la determinación del estado ecológico en ríos son realizadas por la dirección del Servicio de Economía Circular y Cambio Climático del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y las empresas públicas Gestión Ambiental de Navarra (GAN), adscrita al citado departamento, y Navarra de Infraestructuras Locales (NILSA), está última adscrita al de Cohesión Territorial.
Entre los parámetros analizados para la determinación del estado ecológico destacan los indicadores fisicoquímicos y los biológicos. Los indicadores fisicoquímicos en 2020 han registrado valores "bueno" o "muy bueno" en el 92,5% de los puntos, registrándose únicamente incumplimientos por valores altos de nitrato en cuencas con escaso caudal como Cidacos, Robo, Iranzu y Odrón. En cuanto a los indicadores biológicos, su cumplimiento es algo inferior (70%) y los puntos que incumplen se localizan en el río Arakil, Cidacos, Arga en el entorno de Pamplona y tramos medios - bajos de los ríos de la vertiente mediterránea.
Según ha indicado el Ejecutivo, Navarra es una comunidad pionera tanto en el control de la calidad de las aguas de sus ríos (hay datos desde 1970 del centenar de 'masas de aguas superficiales, casi 2.000 km' existentes) como en el cumplimiento de la normativa europea (Directiva Marco del Agua, del 2000) y estatal (Real Decreto de 2015).
La red de chequeo alcanza casi 100 'masas de agua' y 2.000 km que han ido aumentando con el tiempo, para llegar a más ríos, tener mayor frecuencia y sumar indicadores 'biológicos' y 'morfológicos' a los 'fisicoquímicos', que son más básicos. Estos últimos miden la presencia de ácidos, nitratos, fosfatos y otras sustancias que pueden resultar nocivas tanto para el uso de boca como el baño en personas y en fauna.
Un segundo nivel de control tiene que ver con el parámetro biológico. Aquí se analizan unos 'macroinvertebrados' (viene a ser la comida base de los peces) y su presencia o ausencia es un síntoma no ya de vertidos detectados, sino de otros anteriores o menos evidentes.
Finalmente están los indicadores 'hidromorfológicos' que ya incluyen el estado de la vegetación de las orillas, la presencia o no de obstáculos para la fauna como presas. Una ponderación de todos estos componentes permite calibrar el estado 'ecológico' de las aguas superficiales de Navarra que, a día de hoy, según el último informe provisional que data de 2020, es muy esperanzadora en cuanto a su evolución, algo parecido al de zonas de baño.