Por segundo año consecutivo, la Bajadica del Puy no ha podido celebrarse en Estella como marca la tradición.
La alcaldesa, Marta Ruiz de Alda, ha vuelto a suspender su participación a pie por motivos de seguridad, ante la presencia de jóvenes vinculados al entorno abertzale que reivindicaban el espacio ocupado habitualmente por las txoznas.
Aunque el ambiente era en esta ocasión más festivo que en 2024, ha dicho la alcaldesa, la calle del recorrido se encontraba llena de personas que reclamaban ese espacio para sus actividades. Por precaución, la alcaldesa ha optado por bajar en coche, evitando cruzar la zona de concentración.
"Si se puede bajar, se baja y, si no, no se baja. No voy a poner en peligro a nadie ni a nada, quiero que la gente siga disfrutando, que no se vivan momentos desagradables. Si los cuerpos de seguridad no aconsejan bajar, seguiremos la fiesta en la calle", ha explicado tras el cohete, ante la previsión de que se volviera a suspender.
El pasado año, el acto también se vio frustrado por una campaña de acoso impulsada por radicales vinculados a EH Bildu, tras la decisión del Ayuntamiento de mover unos metros la ubicación de las txoznas. Aquella protesta derivó en un ambiente hostil que llevó a la alcaldesa a renunciar al recorrido tradicional por seguridad.
La suspensión de la Bajadica del Puy por segundo año ha generado malestar entre muchos vecinos, que consideran está condicionando las tradiciones festivas de la ciudad.