La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, ha afirmado que el decreto foral sobre el uso del euskera en la Administración que ha diseñado el Ejecutivo se basa en la "responsabilidad y en el realismo" y ha tenido como "escenario de trabajo" la ley del Vascuence, que es la ley a la que tiene que atender el decreto mientras no haya una mayoría parlamentaria para modificarla.
Así se ha pronunciado la jefa del Ejecutivo en el pleno del Parlamento en respuesta a una pregunta de EH Bildu, que ha considerado que el Gobierno "ha debilitado" el decreto tras introducirle diversos cambios a raíz del proceso participativo.
Barkos ha respondido que "la voluntad política necesita mayoría parlamentaria y el decreto se ha propuesto en función de la ley del Vascuence". "Ahora no hay mayoría parlamentaria suficiente para abordar una modificación de la ley y esta ley es el escenario de trabajo", ha indicado.
No obstante, ha dicho que el Gobierno "no tiene miedo ni temor a las presiones parlamentarias" y ha añadido que "hubiera sido fácil decir que, como no hay mayoría parlamentaria para cambiar la ley del Vascuence, no íbamos a presentar el decreto", pero ha destacado que el Gobierno ha dado el paso de introducir cambios "desde la responsabilidad y el realismo".
"El Gobierno tiene una gran responsabilidad en mirar a los derechos de los euskaldunes y hemos apostado por superar el decreto que existía, aunque no sea para muchos la mejor propuesta, pero como se suele decir, lo mejor es enemigo de lo bueno", ha indicado.
Barkos ha asegurado que el decreto se ha trabajado desde tres principios: "El respeto a la voluntariedad de los ciudadanos, el trabajo dentro de la ley, y el respeto a la autonomía y competencias de todas las administraciones".
El parlamentario de EH Bildu Dabid Anaut ha lamentado que, tras el proceso de consultas y participación que ha realizado el Gobierno, el proyecto original se ha "rebajado". "La valoración que hicimos al conocer el decreto era agridulce, y ahora, tras los cambios introducidos, es más agria, aunque aún mantiene el decreto algunos elementos positivos", ha apuntado.
Anaut ha señalado que "mientras no haya acuerdo para cambiar la ley, el decreto es la principal herramienta normativa que tenemos" y ha afirmado que el Gobierno "no tiene que tener miedo a la presión política y tendría que mirar más a los ciudadanos". "No vamos a negar que el Gobierno tiene voluntad para la normalización del euskera, pero esa voluntad y la apuesta que se hace en el decreto no van a una", ha indicado.