El Mariburruntzi Sincro Taldea comenzó a entrenar en 2009 en Pamplona y hace tres semanas, en el Campeonato de Europa Máster de natación artística de Roma, lograron dos medallas.
Sus integrantes, ocho mujeres navarras de entre 46 y 60 años que sueñan cada día en convertirse en libélulas, pero dentro del agua. Laura Garde, Alicia Otaegui, Irene Aldabe, Anita Bonhomme, Ana Lana, Raquel Elizalde, Lola Sarriguren, Garbiñe Rekarte y la entrenadora, Isis Mínguez, forman parte de este quipo que comenzó por la pasión por el agua.
La entrenadora Isis Mínguez vino de Palma de Mallorca y comenzó a dar natación artística a un grupo de pequeñas. Un día, se le acercó Garbiñe, una de las integrantes del equipo, y le preguntó si quería entrenar a un grupo de adultas.
"Me acuerdo del primer día que nos convocó. A mí me dijo cuando estaba con mis hijos en la ikastola y estábamos en el patio, se me acercó y me preguntó si me gustaría hacer natación artística. Me quedé alucinada. Una vez fui allá no sabía quién iba a estar, pero llegué y vi a compañeras que ya conocía", relata Laura Garde.
Al principio tan solo entrenaban un día y no se hacía fácil, pero poco a poco cogieron un buen ritmo. "Salía todos los días con ganas de vomitar de tanta vuelta, pero nos lo empezábamos a pasar muy bien y estábamos muy a gusto", detalla Laura.
"La mayoría del tiempo entrenamos en Anaitasuna, pero el Club Natación de Pamplona nos cede sus instalaciones un día a la semana durante una hora para que las podamos usar por la profundidad de la piscina", explica la entrenadora Isis Mínguez.
Además de los domingos con la entrenadora, hay algunas que incluso entrenan a las 8 de la mañana, compaginando después con sus respectivos trabajos.
Aunque ninguna de las integrantes había hecho natación artística antes, sí que habían sido nadadoras. "Lo importante es que domines el agua. Mientras tu tengas un mínimo dominio del agua, da igual el nivel. Lo primero es controlar el medio, ellas lo hacían muy bien. Practicaba lo mismo con las niñas que con ellas", cuenta Isis Mínguez.
"Me encanta entrenar, antes era nadadora y era de las que machacaba. Al final no he dejado nunca de nadar, lo que he cambiado es a hacer natación artística", cuenta Laura Garde.
Un deporte con muchas condiciones
La natación artística es un deporte muy completo en donde entran en juego muchas facultades físicas o psicológicas. En estas edades, las lesiones pueden llegar a ser frecuentes y también quizás la dificultad de memorizar al detalle. "La cabeza no funciona tan rápido ni eres capaz de interiorizar los movimientos, pero la implicación la tienen", puntualiza Isis.
"Lo que más complicado que se me hace es el trabajo de piernas o los saltos en el agua, el mantenerte de pie sin tocar suelo", añade Laura Garde.
Ahora, tras el Campeonato de Europa han comenzado la pretemporada y los entrenamientos son incluso más exigentes. "Tienes que tener fondo, resistencia, fuerza y potencia. También trabajar mucho las apneas".
Además de toda la parte física se encuentra la artística. "Hay que hacer un esfuerzo de expresión que a nosotras nos cuesta mucho, que no siempre podemos trabajarlo", relata Laura.
Otro punto importante es la flexibilidad, que se va perdiendo con el tiempo, pero en Mariburruntzi Sincro Taldea no es un problema. "Casualmente hay tres que se dedican mundo del yoga y el pilates, la flexibilidad la tienen. Algunas van a sus clases y la trabajan", explica Isis Mínguez.
Sin embargo, este deporte también tiene sus beneficios. "Trabajas todo el cuerpo, piernas o musculatura del tronco, que es la base", detalla Laura Garde.
El granito de arena de cada una
Entre las integrantes del equipo hay una enfermera, una nutricionista, una artista y otras que se dedican al mundo de la actividad física. Cada una aporta sus conocimientos. Por ejemplo, Laura Garde tiene Nuntia, una consulta de dietética y nutrición, durante el Campeonato de Europa de Roma se encargaba de la alimentación.
Llevan trece años juntas y desde entonces se el Mariburruntzi Sincro Taldea se ha convertido en más que un equipo. "Me lo paso muy bien con ellas. Es más de tú a tú. Las entiendo todo lo que cuentan, sienten. Se han convertido en mis amigas. Nos vamos de competición estamos juntas en una casa y todo fluye muy bien".
Isis Mínguez entrena también a niñas pequeñas, por lo que se enfrenta a grupos muy distintos. "Me gusta que no me ponen una mala cara, les parece que soy una figura muy importante. Me hacen saber que soy importante y me gusta", explica la entrenadora.
Todas ellas han encontrado en el agua un estilo de vida. "Ellas no pueden vivir sin tener esta dosis de agua. Ahora que hemos estado paradas, ellas lo necesitan aunque es muy exigente. Pero ganan en resistencia cardio vascular, flexibilidad, sociabilidad, estar con gente y salir de la rutina", detalla Isis.
Laura Garde lo tiene claro. "Necesito el agua, para mí es vital, forma parte de mi existencia y la necesito para estar más relajada. Mi cuerpo y mi mente necesitan el agua para hacer ejercicio", expresa.
Al Campeonato Máster de Europa acudieron en parte gracias al premio Iberdrola de mujer y deporte del cual les concedieron 50.000 euros. Estuvieron cinco días y volvieron a Pamplona con dos medallas. Un bronce en dúo libre por parte de Laura Garde y Lola Sarriguren y una plata por equipos.
Si la natación artística ya es complicada, encontrar un equipo de más de cuatro de 50 a 60 años lo es aún más. "Hay una rivalidad hasta cierto punto. Le doy mucha importancia a la puntuación, es importante que se vayan contentas de lo que han hecho", detalla Isis Mínguez.
"Había muy buen ambiente, todo el mundo te sonreía y todo el mundo aplaudía a todos. Aparte de la competitividad, había ese buen rollo, de animar al resto de la gente. Luego sí que había los típicos nervios de la competición", recuerda Laura.
Los días en Roma supusieron también para el Mariburruntzi Sincro Taldea como un viaje de amigas. "En 2017 ultima competición internacional y había pasado mucho tiempo. Al final llevas todo el año preparándolo y llegas con la ilusión, ansiedad y ganas. Habíamos planeado un viaje de equipo, vas a convivir en cuadrilla. Era una fiesta de pijamas todo el rato. Aunque los días cuando compites estás muy concentrada y también necesitábamos descansar", explica.
Las instalaciones del Foro Italico, en Roma, eran las mismas que habían utilizado las absolutas pocos días antes. Por lo que era un escenario que impresionaba. "En parte teníamos el complejo de inferioridad, hemos hecho artística estos años pero no hemos hecho de jóvenes".
En Mariburruntzi Sincro Taldea tienen claro que disfrutar es lo primero y nada les impide seguir soñando. "Somos muy lanzadas, la calve es esa tener ilusión, ganas, quién me dice que no lo puede hacer"., cuenta Laura.
Por eso, aunque de Roma trajeron dos medallas, también una experiencia más a la mochila. "Hemos disfrutado un montón y es lo que te da el plus, que te tomas la competición como una oportunidad o reto de hacer algo para lo que has estado trabajando un montón de tiempo", explica Laura Garde.
Para esta temporada, van a cambiar la rutina de equipo y supone un nuevo reto. Pero en el horizonte, el Campeonato del Mundo Máster que se celebra en Japón en agosto de 2023.
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