La pescadería Guerendiain, situada en la calle Tafalla 36 del segundo ensanche pamplonés, ha cerrado sus puertas. Fue el lunes 11 de septiembre, después de casi 50 años de vida y de trabajo de una empresa familiar.
El local casi hace esquina con la avenida de Galicia, donde se encuentran otros negocios que hemos conocido en estos reportajes de comercio local en Pamplona: Floristería San Fermín y el gimnasio especializado Wall Ball Street.
Pescados Guerendiain era una empresa familiar que estaba a punto de cumplir los 50 años de trayectoria en el sector, desde 1972. El matrimonio formado por Miguel Guerendiain y Alicia Apesteguía se lanzó a la aventura abriendo una tienda de 250 metros cuadrados en la calle Tafalla 36 del segundo Ensanche de Pamplona.
Compraban el pescado directamente en San Sebastián. Tuvo un gran éxito en Pamplona y durante décadas vendían su producto a los mejores hoteles y restaurantes de la capital navarra. Los clientes hacían cola para esperar incluso en la calle para adquirir el pescado fresco.
Con la jubilación de los padres, el negocio lo recogió la segunda generación con su hijo Patxi. Cuando éste también se jubiló, fue el hermano pequeño Raúl el que tomó las riendas hace pocos años con la misma ilusión de siempre: "Otros dos hermanos se dedican también al pescado, otro está jubilado y el quinto cambió de actividad", asegura Raúl.
"La situación actual es complicada. Las ventas han bajado un montón, el cambio de generación donde la gente se va a comprar a las grandes superficies. Las ventas han bajado mucho, la hostelería está justica, los gastos se doblan…", afirma Raúl.
"Lo cierto es que no hay manera de sacarle rentabilidad a esto. Llevamos pensándolo desde comienzos de año y se decidió el 11 de septiembre. Las expectativas y visto lo que hay hemos decidido cerrar", señala Raúl con mucha pena.
En la pescadería "hemos llegado a estar cuatro empleados y yo cinco. Ahora de mismo dos de sus hermanos llevan la pescadería Guerenpez de Pio XII 16 y en Iturrama (calle Serafín Olave) la pescadería Olave".
En cuanto a su futuro profesional con 55 años, ha dicho: "No lo sé. Cerrar esto y algo saldrá". No han podido cumplir las bodas de oro de la tienda por muy poco.
"Este año en diciembre cumplíamos 50 años y no ha habido forma de llegar. Puedes aguantar un poco pero poniendo dinero cada mes no puede ser. Es una pena pero así son las circunstancias. Se acaba una etapa y empieza otra", señala Raúl Guerendiain.
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