El Centro de Innovación del Cereal Espiga I+D, ubicado en Sarriguren, nace con un doble objetivo: incorporar soluciones sostenibles en todas las fases de transformación del cereal y formar a profesionales especializados en innovación. Su finalidad es dar respuesta a una demanda creciente: la de consumidores que buscan productos saludables y respetuosos con el medio ambiente.
El proyecto ha sido mpulsado por la Acción Social de Caja Rural de Navarra. Y ha recibido este viernes la visita de los consejeros Mikel Irujo Amezaga y Juan Luis García, responsables de las áreas de Industria, Transición Ecológica y Digital Empresarial, y de Universidad, Innovación y Transformación Digital. Ambos han destacado la importancia de este nuevo espacio como motor de desarrollo tecnológico, sostenible y formativo en Navarra. “Estos productos especiales requieren un conocimiento profundo de las cadenas de valor de cada cereal transformado, a tres niveles: materia prima, transformación tecnológica y aplicaciones”, ha explicado Néstor Etxaleku, director de Desarrollo de Negocio del centro.
El consejero Irujo ha destacado que el desarrollo tecnológico y la transferencia del conocimiento a las empresas son esenciales para consolidar proyectos adaptados a la realidad industrial y social. “Vivimos en una sociedad con una mayor conciencia de que solo tenemos un planeta que debemos cuidar. Y una industria que se hace fuerte mediante la colaboración público-privada”, ha afirmado. También ha valorado que Espiga I+D es un centro único en Europa, al reunir en un mismo espacio toda la cadena de transformación del cereal, “desde la molienda hasta los productos finales”.
Por su parte, el consejero García ha celebrado la acreditación de Espiga como nueva Unidad de I+D+i empresarial, que eleva a 43 las entidades del Sistema Navarro de I+D+i. “Esta incorporación refuerza la apuesta por la innovación en el sector agroalimentario, uno de los más importantes para nuestra economía”, ha señalado. Además, ha subrayado que las Unidades de I+D+i “traducen el lenguaje de la investigación al de la innovación aplicada, impulsando proyectos que generan valor real, competitividad y sostenibilidad para nuestro tejido productivo”.
El Centro Espiga I+D cuenta con instalaciones singulares que abarcan procesos desde la escala de laboratorio hasta la semi-industrial, con un molino-escuela capaz de producir más de 14 toneladas diarias de harina, y líneas industriales de panadería para el desarrollo de productos finales.
Además, el centro busca actuar como vínculo entre el sector agrario y el transformador, fomentando la recuperación de variedades tradicionales y la creación de nuevas variedades de cereal con mayor potencial tecnológico. Su labor también incluye la divulgación al público general de los beneficios del cereal y el conocimiento sobre sus diferentes formas y aplicaciones.
Actualmente, Espiga I+D participa en varios proyectos de investigación y desarrollo junto a universidades, centros tecnológicos y empresas del sector, algunos de ellos apoyados por el Gobierno de Navarra. Estas iniciativas buscan aumentar la competitividad y sostenibilidad del sector cerealista, además de impulsar colaboraciones internacionales orientadas a la formación y transferencia de conocimiento.