Las molestias de estómago son un problema común que puede estar relacionado con afecciones leves, como la gastritis o la úlcera gástrica, pero también pueden ser un síntoma de enfermedades graves, como el cáncer gástrico o las úlceras sangrantes y perforadas.
Según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), conocer los signos de alerta es clave para determinar cuándo es necesario acudir a un especialista.
El dolor en la parte superior del abdomen, conocido como epigastrio, es uno de los síntomas más frecuentes. Este puede presentarse con pesadez, distensión abdominal, náuseas o flatulencia.
En muchos casos, estos problemas están relacionados con una alteración funcional del aparato digestivo, lo que se denomina dispepsia funcional. Sin embargo, hay ciertos signos que pueden indicar una afección grave:
Las personas mayores de 40-45 años tienen mayor riesgo de enfermedades orgánicas graves, por lo que es recomendable realizar pruebas específicas en caso de persistencia de los síntomas.
Para determinar la causa de las molestias, los especialistas pueden recurrir a estudios como análisis de sangre, ecografía abdominal, endoscopia (gastroscopia o colonoscopia) y radiografías con contraste. Dado que los síntomas pueden confundirse con diversas patologías, estos exámenes ayudan a diferenciar entre una enfermedad funcional y una patológica.
Las personas con antecedentes de úlcera o problemas digestivos previos deben estar especialmente atentas a la aparición de vómitos con sangre o heces oscuras, ya que pueden indicar una hemorragia digestiva alta, lo que requiere atención médica inmediata.
Algunos hábitos pueden agravar los problemas gástricos y aumentar el riesgo de padecer úlceras o gastritis. Entre ellos, la ingesta de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y las dietas ricas en alimentos irritantes.
La Clínica Universidad de Navarra recomienda evitar estos factores y, en el caso de los AINEs, acompañarlos con protectores gástricos como el omeprazol o la ranitidina para prevenir posibles daños en la mucosa del estómago.
Si los síntomas persisten más de unas semanas o aparecen signos de alarma como los mencionados, es fundamental acudir a un especialista. Detectar a tiempo una afección grave puede marcar la diferencia en su tratamiento y pronóstico.
La evaluación médica y la realización de pruebas adecuadas son clave para garantizar un adecuado control de la salud digestiva.
