El músico navarro Manuel Turrillas da su nombre a una gran plaza en la zona sur de Pamplona desde hace 25 años. Así lo decidió la concejalía de planeamiento del Ayuntamiento de la capital navarra con fecha 6 de noviembre de 1997.
La plaza es un espacio de forma casi rectangular donde la zona verde y la zona de esparcimiento infantil comparten los 5.100 metros cuadrados. Está rodeada por las calles Río Alzania, Pedro Aranaz, Joaquín Maya y Buenaventura Íñiguez, en el barrio de Azpilagaña.
Los vecinos de la plaza iniciaron en 2003 las gestiones para construir un parking subterráneo que se terminó en 2010. Este parking ha cambiado la imagen de la plaza, que ahora dispone de varias zonas de estancia con mobiliario urbano y mantiene una zona de juegos infantiles.
La placa identificativa de la plaza no se colocó en ningún edificio, ya que todos pertenecen a alguna calle, sino que se instaló en una gran piedra en el centro del parque. El paso del tiempo y las pintadas lo han deteriorado de forma considerable.
Manuel Turrillas Ezcurra nació en Barásoain el 1 de enero de 1905 en el seno de una familia de labradores. Su afición por la música surgió muy pronto ya que cuando sólo tenía diez años ya formaba parte de la banda de música de su pueblo.
Es autor de cientos de piezas musicales entre himnos de peñas, pasacalles, zortzikos, jotas o pasodobles. Tocó el clarinete, el saxo y el acordeón durante cincuenta años en la banda de música 'La Pamplonesa'. Muchas de las composiciones musicales de los Sanfermines son obra suya, lo que le ha dado una enorme popularidad.
Turrillas ha recibido multitud de galardones, entre ellos el 'Gallico de oro' de Napardi, el pañuelo de honor del Ayuntamiento de Pamplona y, ya fallecido, la Medalla de Oro de Pamplona. Entre sus partituras y letras de canciones populares destacan 'Qué bien bailas', 'Navarra canta', o 'Pamplona Feria del Toro'...
En total, más de trescientas composiciones. El maestro falleció el 20 de octubre de 1997, a los 92 años, y apenas un mes antes de que el Ayuntamiento de Pamplona le rindiera un merecido homenaje.
Dicho homenaje tuvo lugar el día de San Saturnino, el 29 de noviembre de 1997 en la Plaza Consistorial. Miles de pamploneses aplaudieron la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad al compositor navarro
"Un hombre bueno, un ser bondadoso que dedicó toda su vida a alegrarnos la vida a los demás", subrayó el alcalde de Pamplona en aquella época, Javier Chourraut, quien ofreció el galardón a su viuda, Luisa Roldán.
Las peñas de Pamplona también recordaron la figura de Manuel Turrillas con otro homenaje el 4 de julio de 1998 en la plaza de San Francisco. El momento más emocionante se produjo cuando salió al escenario la Banda de Barásoain, localidad natal de Turrillas.
Javier Arrieta, miembro de la banda, pronunció unas palabras teñidas de emoción. "Cuando hace cuatro años iniciamos nuestra aventura musical, jamás hubiéramos pensado que hoy íbamos a estar aquí en un homenaje al maestro".
"En aquellos días estábamos todos ilusionados y el más ilusionado era sin duda él mismo. Manuel Turrillas nos llenaba de partituras, venía a nuestros ensayos, nos animaba, tocaba con nosotros el clarinete", explicó Arrieta.
