Los sindicatos ELA y LAB han explicado que las negociaciones por el despido colectivo de las trabajadoras de la residencia Sagrado Corazón de Pamplona han concluido sin acuerdo y con la mínima indemnización exigida por la ley de 22 días por año trabajado.
En la mañana del jueves, las trabajadoras de Sagrado Corazón volvieron a concentrarse ante las puertas de la residencia. Al igual que ya lo hicieran la semana pasada, denunciaron que Summa Humanitate "deja a 21 familias en la calle, sin alternativas reales, o mínimamente serias, al despido de la totalidad de las trabajadoras". Finalmente, serán veinte despidos, ya que una de ellas será recolocada temporalmente en otro centro que gestiona la propiedad en Huarte.
"Tras semanas de negociación, en las que la comisión elegida para representar al total de la plantilla ha planteado sucesivamente alternativas para la reubicación de las trabajadoras, y ha solicitado otras medidas dirigidas a la jubilación o prejubilación de aquellas que, en una franja de edad entre 55 y 63 años, se enfrentan a especiales dificultades para hacer frente a una reincorporación al mercado laboral, dadas las sucesivas negativas a mejorar el despido por parte de la fundación contratada para la gestión de la residencia, no se ha alcanzado acuerdo en tal sentido, dando de esta forma por concluida la negociación", han explicado los sindicatos.
La comisión, ha decido no firmar su propio despido, "ha tratado de dejar la puerta abierta a las acciones que cada una de las trabajadoras pudieran querer llevar a cabo una vez concluida la fase de negociación colectiva, ya sea recurriendo vía judicial o a la negociación personal del despido con la propia fundación". "Esta última ha decidido retractarse en los cuatro días extras que llegó a ofrecer a las trabajadoras de forma previa a concluir el proceso de negociación", han señalado ELA y LAB.
Los sindicatos han defendido "la necesidad de medidas políticas y partidas presupuestarias que garanticen una salida digna al conflicto de las residencias". "Las trabajadoras del sector se han movilizado de forma constante durante más de año y medio, exigiendo el reconocimiento de su trabajo con salarios y jornadas anuales más dignas, avaladas en la firma de un convenio propio que iguale -conforme al principio de a igual trabajo, igual salario- las condiciones laborales de las trabajadoras de las residencias", han explicado.
