• miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00
 
 

SOCIEDAD

El niño ucraniano que se curó en Pamplona y ahora resiste a las bombas en un búnker

Kostya llegó en abril de 2021 a Pamplona con sus padres, Yulia y Anton, y un enorme osteosarcoma de 16 centímetros en el muslo.

Kostya, el niño ucraniano que se curó en Pamplona y ahora resiste a las bombas en un búnker. CEDIDA
Kostya, el niño ucraniano que se curó en Pamplona y ahora resiste a las bombas en un búnker. CEDIDA

Los ucranianos llevan casi dos semanas sufriendo las consecuencias de la invasión rusa, y cada día, entre los bombardeos, la sangre y la desesperación, llegan historias conmovedoras como la de Kostya, un niño ucraniano de 6 años que ha pasado parte de su infancia ingresado en la Clínica Universidad de Navarra por un cáncer.

Kostya llegó en abril de 2021 a Pamplona con sus padres, Yulia y Anton, y un enorme osteosarcoma (cáncer de hueso) de 16 centímetros en el muslo que no le dejaba dormir desde hacía meses por el dolor, tal y como relata el doctor José Lamo de Espinosa, especialista en Cirugía Ortopédica en la CUN.

Al principio, la quimioterapia "fue una etapa dura, no solo por el cambio físico, sino también por las náuseas, vómitos, agotamiento y un largo etcétera, que solo los niños saben lo que supone". Tras esta etapa, "la cirugía fue bien". Los médicos consiguieron eliminar el tumor y le hicieron una reconstrucción con su propio peroné. 

"Pero esos detalles ahora son lo de menos", dice Lamo de Espinosa. Hace tan solo tres semanas, Kostya volvió a Pamplona y "su sonrisa iba cubriendo más parte de su cara y su español había mejorado".

"La historia de Kostya es la increíble historia de superación de todos esos niños convertidos en superhéroes, ante la injusticia que les ha tocado vivir desde tan pequeños". Sin embargo, esta historia es distinta porque el pequeño es ucraniano.

Kostya es un niño al que le gusta bailar, los videojuegos y las matemáticas y que, actualmente, está viviendo en un búnker junto a su familia desde hace más de una semana. “Después de superar el infierno del cáncer, aparece la pesadilla de la guerra”, comenta Anton, el padre de Kostya, al doctor Lamo de Espinosa, quien asegura que "Kostya el superhéroe tiene que volver a actuar y colgarse la capa".

"La vida en el búnker es complicada. Duerme en un colchón en el suelo lleno de mantas que su madre le prepara todos los días. Al igual que hacía en la CUN, ve los dibujos en la tablet junto con sus inseparables, de momento, muletas de colores", relata el doctor.

Yulia, la madre del niño, asegura que su sueño es volver a ver a Kostya bailar. "El mío, que lo haga volviendo a ser un niño, dejando la capa de superhéroe, definitivamente, colgada. Gracias Kostya", concluye Lamo de Espinosa.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
El niño ucraniano que se curó en Pamplona y ahora resiste a las bombas en un búnker