Pamplona, por decisión del Pleno, se ha adherido a proyecto de trazar un itinerario cultural y de peregrinaje entre Roncesvalles y Caravaca de la Cruz, que pasa por Pamplona de camino a la antigua encomienda templaria de Puente la Reina: ‘El Camino de la Vera Cruz’. Es una ruta que se basa en las diversas descripciones de un trayecto que se realizó, al menos, desde el siglo XIV ya hasta el XIX, vinculado a la adoración de una reliquia, el Lignum Crucis. Ese término hace referencia a la creencia de que una astilla de la Santa Cruz de Jerusalén pudo llegar a la PenÃnsula desde Tierra Santa a través de los caballeros de la Orden del Temple en época de las Cruzadas.
El nexo entre la santa reliquia y la Cruz de Caravaca, una tipologÃa de inspiración bizantina, estarÃa precisamente en que los monjes-guerreros templarios, según los estudios, utilizaron como enseña no solo la conocida cruz griega roja sobre túnica y capa blanca, sino también la cruz de Caravaca, sÃmbolo del Patriarca de Jerusalén, del que dependieron. Se sabe que existieron trece Lignum Crucis vinculadas a encomiendas y posesiones templarias. En Navarra se conserva una en Estella, procedente de Murugarren, y hay noticias de otras dos, actualmente desaparecidas, en Torres del RÃo y Artajona.
Los templarios son también un punto de conexión entre el Camino de la Vera Cruz, una peregrinación especialmente preciosa en la Edad Media por el valor que se conferÃa a esta reliquia, y la muy frecuentada Ruta Jacobea. Desde muy temprano la Orden del Temple se convirtió en la defensora de los peregrinos de ambos trayectos contra salteadores y bandidos, poniendo sus armas reglamentarias, espadas y dagas, al servicio de la Cristiandad.
AsÃ, existe constancia de peregrinos que transitaban por ambas rutas de forma sucesiva, con Puente la Reina como espacio de interconexión fÃsica entre los dos itinerarios; es el caso, por ejemplo, de una familia de peregrinos estelleses cuya hija se bautizó en Caravaca con el nombre MarÃa de la Cruz, en el siglo XVIII. El tráfico de viajeros proveniente de más allá de las fronteras de la PenÃnsula para realizar ambas rutas entraba por el Camino de Santiago francés (Roncesvalles) y pasaba por Pamplona, de camino a Puente.
Tras la adhesión de ayer, la ciudad trabajará en definir el papel que le correspondió durante siglos a Pamplona en estas peregrinaciones y las acciones que se pueden organizar en el futuro en torno al trazado del Camino de la Vera Cruz, tal y como se ha definido en la actualidad por sus promotores. Estos trabajos pueden contemplar desde la señalización, hasta la implementación de servicios vinculados a este itinerario.
Este será el cuarto itinerario preestablecido internacional que pase por Pamplona y se convierta en un recurso de atracción turÃstica para la ciudad. Además del ´Camino de la Vera Cruz’, Pamplona es ‘La primera del Camino’ de la Ruta Jacobea, forma parte del nuevo Itinerario Cultural Europeo VÃa Carlomagno y participa en Eurovelo 1, un trayecto ciclable que, desde Noruega, lleva al ciclista hasta el sur de España. En el caso del itinerario de la Vera Cruz, la adhesión a la red supone para el Consistorio un desembolso anual de 700 euros.
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