Uno de cada cuatro ciudadanos navarros siente que su banco no le brinda la atención presencial que necesita, según una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache. Esta percepción de desatención aumenta al 32% entre los navarros de 46 a 65 años.
La falta de sucursales en pequeños pueblos es un problema recurrente. Muchos vecinos de estas localidades se quejan de no tener acceso a una oficina de su entidad, lo que les impide resolver dudas sobre cuentas y productos bancarios. De acuerdo con datos del Banco de España, Navarra ha perdido 169 oficinas bancarias en los últimos nueve años, quedando actualmente con 402 sucursales en 124 municipios. Esto significa que 148 municipios, es decir, el 54% del total, no cuentan con ninguna sucursal, lo que afecta principalmente a las personas de edad avanzada que no están familiarizadas con las nuevas tecnologías.
Las quejas no terminan ahí. Muchos clientes expresan su frustración por los horarios restringidos de atención en las sucursales. Las entidades suelen ofrecer servicios solo unos pocos días a la semana, lo que limita a los usuarios en la realización de operaciones cotidianas. Mientras los bancos insisten en que estas transacciones se pueden hacer online, muchos clientes, sobre todo los mayores, no se sienten cómodos usando internet o simplemente carecen de los conocimientos necesarios para hacerlo.
Este cambio en el modelo de atención bancaria, que exige que el consumidor sea más autónomo, ha generado malestar entre quienes solían disfrutar de una atención más ágil. A medida que los bancos implementan mejoras tecnológicas, se vuelve crucial que estas sean acompañadas de formación para que todos los clientes puedan utilizarlas adecuadamente. Además, es fundamental garantizar que quienes prefieren la atención presencial tengan acceso a ella sin restricciones.
Según la misma encuesta de Irache, un 45% de los clientes valoran un trato cercano por parte de su banco, un aspecto que cobra mayor importancia entre los mayores de 45 años (62%) y los vecinos de localidades pequeñas (53%).
En respuesta a esta situación, el Congreso de los Diputados ha iniciado la tramitación de una proposición de ley para asegurar el servicio de cajeros automáticos en áreas en riesgo de exclusión financiera. Esta ley contempla prestaciones mínimas como la retirada y el ingreso de dinero en efectivo, el pago de recibos y tributos, y la realización de transferencias.
Es esencial que los responsables legislativos trabajen para garantizar una atención financiera adecuada a todos los ciudadanos de Navarra, especialmente a las personas mayores y más vulnerables. Esto podría lograrse mediante una mejor distribución de sucursales, la instalación de cajeros automáticos en localidades remotas o la creación de horarios de atención bancaria en áreas con menos recursos.
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