Rosa María Echeverría Lizaso, de 55 años y vecina de Enériz, ha fallecido tras no superar las gravísimas heridas sufridas en el accidente múltiple registrado el sábado por la noche en la A-12, a la altura de Zizur Mayor. La mujer, conocida en su localidad como Rosa o Rosamari, regresaba a casa después de finalizar su turno en las cocinas del Hospital Universitario de Navarra, donde trabajaba desde 2017, en la etapa que se abrió tras la desprivatización del servicio.
Rosa llevaba una vida tranquila y muy ligada a su familia. Vivía con su madre en Enériz y era parte de un núcleo familiar bien reconocido en el municipio, donde uno de sus hermanos había estado vinculado al Ayuntamiento durante años. Sus tres hermanos —dos residentes en Madrid y otro en Pamplona— y sus sobrinos formaban un entorno cercano en el que era muy querida. Estaba soltera y no tenía hijos, pero mantenía una relación constante con los suyos y con los vecinos del pequeño pueblo de Valdizarbe, donde la conocían “de toda la vida”.
Quienes la trataban la describen como una mujer trabajadora, discreta y siempre dispuesta a ayudar. Su muerte ha provocado una enorme conmoción en Enériz, un pueblo donde todo el mundo se conoce y donde su pérdida se ha sentido con especial intensidad por ser “una muerte inesperada” de una persona todavía joven y con una vida muy arraigada a la comunidad.
El accidente que le costó la vida se produjo a las 22.46 horas del sábado, cuando un coche que circulaba en sentido Pamplona invadió la mediana en el kilómetro 4,8 de la Autovía del Camino y generó un choque en cadena entre cinco vehículos. El conductor que originó el siniestro, un hombre de 39 años, continúa ingresado con heridas graves. La Policía Foral investiga si pudo conducir bajo los efectos del alcohol o de otras sustancias, tras solicitar a la jueza de guardia la extracción de muestras de sangre.
En el siniestro resultaron heridas otras cinco personas, entre ellas un hombre de 34 años que sigue hospitalizado. Con la muerte de Rosa María Echeverría, el número de fallecidos en las carreteras navarras asciende ya a 41, muy por encima de las 24 víctimas mortales registradas en todo 2024.
Su pérdida ha dejado un vacío especialmente profundo en Enériz, donde la noticia ha sacudido a vecinos y allegados que aún intentan asimilar un suceso tan repentino como devastador.
