• domingo, 28 de abril de 2024
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SOCIEDAD

La conocida iglesia de Navarra del siglo XVI que acaba de ser restaurada: se caía a trozos

La primera fase de las obras, que comenzó en septiembre de 2022, se ha centrado en la restauración del cuerpo superior de la torre.

Iglesia de Santa María de Viana. TURISMO DE NAVARRA
Iglesia de Santa María de Viana. TURISMO DE NAVARRA

La Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana ha finalizado la restauración del cuerpo superior de la torre de Santa María de Viana, unas obras que han tenido un coste inicial de 1.045.289,20 euros sufragados con cargo a los fondos Next Generation. La financiación del conjunto de la obra se abordará a partes iguales entre el Gobierno de Navarra y el Arzobispado de Pamplona y Tudela.

La primera fase de las obras, que comenzó en septiembre de 2022, se ha centrado en la restauración del cuerpo superior de la torre de la iglesia parroquial de Santa María de Viana. A lo largo de 2024, se prevé concluir con la restauración y para ello se desarrollará una intervención en la parte inferior de la torre que estará sufragada por el Arzobispado de Pamplona y Tudela. 

La iglesia de Santa María presentaba un problema generalizado de degradación y descomposición de la piedra arenisca de sus fábricas exteriores, principalmente en los elementos más expuestos a los agentes atmosféricos. Este problema se acusaba fundamentalmente en las partes altas de la torre, donde la caída de fragmentos de piedra suponía un serio peligro para los viandantes.

El deterioro natural de la piedra de la torre, construida a finales del siglo XVI, se había visto agravado por dos razones. Por un lado, la coronación de la torre y la recogida del agua de lluvia no han estado históricamente bien resueltas y, por ello, los paramentos de piedra han estado especialmente expuestos a la acción erosionadora del agua.

Por otro lado, en 1954 se produjo un incendio en el interior de la torre que arruinó completamente la estructura de madera de la cubierta y el chapitel y calcinó la piedra de los paramentos interiores, causando considerables patologías. La restauración llevada a cabo entonces fue muy poco afortunada.

En contra de lo previsto en los planos de proyecto, volvieron a construir una cubierta sin alero y, como consecuencia, siguieron produciéndose escorrentías que agravaron la degradación de la piedra. Además, los elementos estructurales, las escaleras, los refuerzos y la tabiquería de hormigón y ladrillo construidos entonces desconfiguraron el espacio interior y le confirieron un aspecto descuidado y desordenado.

Los objetivos principales de la restauración del cuerpo superior de la torre han sido detener la caída de fragmentos que comprometía la seguridad de las personas, frenar el proceso de degradación de la piedra arenisca –fundamentalmente mediante la construcción de una nueva cubierta cuyo alero protege los paramentos de la acción del agua-, recuperar los perfiles y las líneas arquitectónicas principales -que en muchos casos estaban muy desdibujadas debido a la erosión sufrida- y recuperar los espacios interiores de la torre desde el punto de vista funcional y formal, integrando los elementos estructurales de hormigón armado ejecutados en 1955, debido a que su eliminación resultaba contraproducente. 

Entre las actuaciones acometidas cabe destacar el importante trabajo de cantería realizado. Ha sido necesario reponer completamente las cornisas de coronación y del nivel de la terraza debido a que presentaban un grado de descomposición muy avanzado, habían perdido el goterón y no cumplían la función constructiva de proteger los paramentos inferiores. Los aletones, la balaustrada, los pedestales y los pináculos del nivel de la terraza se repondrán cuando se acometa la segunda fase de restauración. En lo que se refiere al resto del cuerpo superior de la torre, las reposiciones de piedra se han limitado al mínimo, sustituyendo únicamente los sillares muy degradados cuya extracción era técnicamente viable y proporcionada. 

Otro de los trabajos de cantería más complejos ha sido el de la reconstrucción de los cuatro huecos del cuerpo de campanas, cuyas jambas estaban muy deterioradas debido principalmente al incendio de 1954 y a los burdos refuerzos de hormigón que construyeron en 1955 para sustentar las campanas. 

Junto con los trabajos de cantería, también se han realizado reconstrucciones con morteros específicos de reparación de piedra. Además, con el fin de completar la fachada, se han cubierto los huecos circulares del friso del entablamento de coronación con unos nuevos tondos. Para su diseño se ha tomado como modelo la traza de la puerta renacentista coetánea -situada en el interior de la iglesia, a los pies de la torre - cuyo orden arquitectónico es análogo al de la torre. 

Cabe destacar también la ejecución de la nueva cubierta de la torre. Manteniendo la estructura de hormigón del chapitel y los faldones de 1955, se ha construido un nuevo alero de madera cuyo vuelo protege del agua los paramentos inferiores, se ha colocado una nueva cobertura de teja y se ha instalado un sistema anticigüeñas electrostático.

Además, se ha restaurado la veleta y se han sustituido el pararrayos y la cobertura del chapitel. La nueva cubierta encaja compositivamente con el orden arquitectónico del cuerpo de campanas y con el imponente alero de la gran portada renacentista adyacente y, además de frenar el progresivo deterioro de la piedra, contribuye a mejorar la silueta de la torre y el perfil urbano de Viana.

Las obras de restauración han permitido recuperar funcional y formalmente los espacios interiores de la torre. Bajo el cuerpo de campanas se sitúa una cámara abovedada gótica. Antes del inicio de la obra este espacio estaba ocupado por una construcción de entramado de madera que albergaba el antiguo reloj.

Este volumen desconfiguraba la cámara y ocultaba parcialmente la bóveda. Además, para el funcionamiento del reloj se abrieron, en su momento, huecos de paso a través de la plementería y tanto la bóveda como los paramentos estaban muy ennegrecidos. Durante las obras se ha limpiado la piedra, se ha completado la plementería y se ha recuperado este atractivo espacio medieval. 

También ha cambiado sustancialmente el interior del campanario. Se ha modificado el trazado de la escalera que comunicaba la planta del nivel de la terraza con el nivel del cuerpo de campanas y se ha sustituido el forjado existente de viguetas de hormigón y rasilla cerámica por otro de solivos y tabla de madera.

En el nivel superior, integrando los elementos estructurales de hormigón armado heredados de la restauración de 1955 y empleándolos como soporte, se han montado dos plataformas de entramado metálico tipo trámex para garantizar el mantenimiento de las campanas situadas en la linterna.

Gracias al juego de luces y transparencias que permiten estas plataformas y al nuevo aspecto que ofrecen los huecos de las campanas tras haber sido reconstruidos, el campanario ha recuperado su atractivo y su valor espacial. La actuación se ha completado con la limpieza y la restauración de las rejas y las campanas. Los yugos metálicos se han sustituido por otros nuevos de madera y se han renovado las líneas eléctricas, los mecanismos y los motores de las campanas y el reloj. 

En estos momentos se está finalizando el proyecto y presupuesto del cuerpo inferior para continuar con las obras de restauración de la torre de la iglesia de Santa Maria de Viana, cuya finalización está prevista a lo largo de 2024.


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