La Policía Nacional ha detenido a una persona en Navarra en el marco de una operación en la que también ha sido arrestadas 34 personas más en 2o provincias españolas por almacenar e intercambiar pornografía infantil mediante aplicaciones de mensajería instantánea. La operación, desarrollada por la Unidad Central de Ciberdelincuencia, se ha iniciado gracias a un aviso ciudadano que alertó sobre un enlace con contenido de explotación sexual infantil.
Además de los detenidos, otras siete personas están siendo investigadas por el uso de servicios de almacenamiento en la nube con contenido similar. En total, los agentes han realizado 42 registros domiciliarios en los que han intervenido 112 dispositivos electrónicos, entre discos duros, tarjetas de memoria, teléfonos móviles, ordenadores y consolas de videojuegos.
Uno de los casos más graves se ha registrado en Salamanca, donde uno de los detenidos habría agredido sexualmente a dos niñas de corta edad. En otro de los registros, en Vizcaya, los agentes descubrieron un almacenamiento en la nube con 48 GB de material pedófilo, gran parte de él relacionado con abusos sexuales a menores.
Los arrestos se han producido en Madrid (5), Alicante (4), Barcelona (4), Castellón (3), Valencia (3), Málaga (2), Salamanca (1), Asturias (1), Cáceres (1), La Rioja (1), Pontevedra (1), Huelva (1), León (1), Cádiz (1), Albacete (1), Vizcaya (1), Navarra (1), Las Palmas (1), Sevilla (1) y Orense (1).
Uno de los detenidos en Madrid llegó a utilizar hasta 14 cuentas distintas en la nube para ocultar el material. En Albacete, otro investigado almacenaba más de 10 GB de pornografía infantil tanto en la nube como en aplicaciones de mensajería. En Castellón, un detenido usaba una consola de videojuegos como medio de almacenamiento.
En los 42 registros realizados, se han incautado 39 discos duros, 46 tarjetas de memoria, 27 memorias USB, 58 teléfonos móviles, 16 ordenadores portátiles, 6 de sobremesa, 2 consolas de videojuegos y diversa documentación relevante para el caso.
La operación ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana, al cruce de datos entre cuerpos policiales y al apoyo de empresas proveedoras de servicios de almacenamiento en la nube, cuya implicación ha sido clave para rastrear a los sospechosos y frenar la difusión de este tipo de material.