La sede de Cruz Roja Navarra, ubicada en el número 6 de la calle Leyre, ha amanecido esta mañana con pintadas en su fachada. Según ha trasladado la entidad, los hechos se han conocido esta pasada noche, cuando la última persona que quedaba dentro del edificio ha salido y se ha percatado de lo que la ONG ha calificado como "actos vandálicos".
De esta forma, cuando la persona ha abandonado el edificio, pasadas las 23.30 horas, toda la planta baja de la fachada estaba manchada con pintura negra: desde su comienzo en la calle Aralar, hasta la puerta del garaje, situada en el intermedio de este tramo de la calle Leyre.
Según las primeras pesquisas, parece que la pintura ha sido esparcida con un elemento de propulsión. Precisamente, la altura que ha alcanzado apunta hacia esta hipótesis. Entre los elementos perjudicados, además del acceso a la sede, se encuentra el primer desfibrilador semiautomático, de acceso general, que Cruz Roja instaló en la vía pública de Pamplona.
Tras comprobar el suceso, Cruz Roja Navarra ha presentado la correspondiente denuncia en Policía Municipal de Pamplona para su curso legal. No obstante, los autores no han podido ser identificados por el momento.
Cruz Roja Navarra ha enviado este miércoles un comunicado en el que lamenta este hecho, "incompresible": "Viene a teñir la gran labor que durante los últimos días viene realizando su voluntariado ante los incendios forestales declarados en Navarra y su disponibilidad ante cualquier necesidad de la sociedad navarra", han señalado desde la entidad.
Horas más tarde, el Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado una declaración para rechazar este ataque y el de la sede de Cáritas. Ha sido aprobada con los votos a favor de Navarra Suma, Socialistas del Ayuntamiento de Pamplona y Geroa Bai. EH Bildu se ha abstenido.
La mencionada declaración "rechaza y condena los ataques a ambas sedes". Igualmente, "agradece la labor que ambas instituciones vienen realizando en favor de las personas que se encuentran en situación de exclusión social".
