La violación de una joven universitaria en Pamplona durante la madrugada del pasado sábado, tras la carpa universitaria, ha sacudido a toda la ciudad. Cuatro hombres de origen magrebí han sido detenidos como presuntos autores de la agresión sexual, ocurrida en el asentamiento ilegal del Camino del Seminario, un lugar que la Policía Municipal había denunciado previamente en varios informes internos por su peligrosidad y falta de control.
El Ayuntamiento dirigido por Joseba Asirón (EH Bildu) no tomó cartas en el asunto, a pesar de que conocía las alertas de la propia policía local.
La víctima fue hallada semiinconsciente por otro grupo de jóvenes en una zona apartada del parque de la Media Luna, en el conocido como Camino del Seminario. Según la investigación, la joven habría sido interceptada cuando regresaba sola a casa tras la fiesta universitaria, y arrastrada hasta la zona de tiendas de campaña, donde se produjo la agresión. La denuncia fue presentada la misma noche del viernes al sábado, y desde entonces la Policía Municipal abrió una investigación que permitió detener a los cuatro sospechosos en el propio campamento donde residían.
La joven no llevaba su móvil consigo, por lo que se intuye que pudieron robárselo los detenidos. La mujer informó desde el primer momento que había sido víctima de una agresión sexual y pudo relatar que participaron varias personas. Fue acompañada a un centro médico para un reconocimiento y posteriormente interpuso la denuncia sobre lo ocurrido.
El asentamiento ilegal se encontraba en un tramo de curva en la subida hacia Beloso, frente al seminario de Pamplona y muy próximo a la Ciudad Deportiva Amaya. Es una zona cubierta por maleza y sin iluminación, oculta a la vista desde el camino principal. Allí, los detenidos habían levantado cuatro tiendas de campaña sobre palés de madera, rodeadas de desperdicios, ropa, latas y basura acumulada.
Basta acceder al lugar para comprobar el entorno degradado y peligroso, con sillas plegables, zapatillas esparcidas por el suelo y objetos que podrían proceder de robos, como patinetes eléctricos, piezas de bicicletas y cajetillas de tabaco. Los investigadores creen que el grupo llevaba meses viviendo allí, utilizando el espacio como refugio improvisado.
Este miércoles, el lugar estaba acordonado y custodiado por la Policía Municipal, mientras los agentes de la Policía Científica y Judicial han trabajado tras la denuncia en la búsqueda de vestigios y pruebas biológicas que confirmen la secuencia de los hechos. El asentamiento será desmantelado en las próximas horas, una vez finalicen las labores de inspección.
La existencia de ese campamento no era desconocida. Sindicatos policiales y vecinos del entorno de la Media Luna habían advertido reiteradamente de su presencia y del riesgo que suponía. En informes internos, la Policía Municipal de Pamplona había pedido su desalojo por motivos de seguridad, salubridad y convivencia, pero el Ayuntamiento, gobernado por Joseba Asirón (EH Bildu), no actuó.
El suceso ha generado una profunda conmoción en Pamplona, una ciudad que en los últimos años ha sido símbolo de lucha contra la violencia sexual. Muchos ciudadanos han expresado su indignación por la inacción institucional, y las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo a la víctima y críticas al Ayuntamiento por no haber intervenido antes.
Por su parte, el Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado una declaración institucional de repulsa y solidaridad con la víctima, y ha convocado una concentración silenciosa este jueves a las 12.00 horas en la Plaza Consistorial, a la que se espera una gran respuesta ciudadana.
Mientras tanto, los cuatro detenidos magrebíes permanecen en dependencias policiales y se espera que pasen a disposición judicial entre el jueves y el viernes. La investigación continúa abierta para determinar si actuaron de forma conjunta o si hubo un autor principal en la agresión.