TRIBUNALES
El juez decide seguir con la causa contra el padre del joven hallado muerto en Legasa
El fiscal y la defensa no ven indicios de criminalidad, pero el juez considera que hay indicios de un supuesto delito de homicidio.
El fiscal y la defensa no ven indicios de criminalidad, pero el juez considera que hay indicios de un supuesto delito de homicidio.
El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona ha acordado hoy la continuación de la causa por un supuesto delito de homicidio contra José Antonio Indart, imputado por la muerte de su hijo José Ignacio en una sima de Legasa en 2008, pese a que el fiscal y la defensa no ven indicios de criminalidad.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por una tía del fallecido, imputa a su cuñado un delito de homicidio, han confirmado hoy fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Navarra tras la comparecencia celebrada hoy para concretar las imputaciones.
En ella, el ministerio Fiscal ha solicitado el sobreseimiento de la causa por la ausencia de indicios de criminalidad contra el imputado, una postura a la que se ha adherido la defensa, mientras que la acusación particular, ejercida por una tía del joven fallecido, que se ha personado hoy en el procedimiento, ha anunciado su intención de formular acusación contra su cuñado por un supuesto delito de homicidio.
En esta vista, prevista en la ley del jurado, la acusación particular ha pedido la práctica de dos testificales.
Las mismas fuentes recuerdan que el pasado 13 de octubre, el juez instructor dictó un auto, que ha sido recurrido por la defensa, en el que apreciaba "indicios racionales claros" de que el joven de Gaztelu José Ignacio Indart Aríztegui falleció a consecuencia de los golpes propinados por su padre, José Antonio Indart Sarretea.
El juez considera que el acusado arrojó el cuerpo de su hijo "mientras estaba todavía con vida" a una sima de 45 metros de profundidad y de muy difícil acceso en el término municipal de Gaztelu.
Según relataba el magistrado, la noche del 8 de marzo de 2008, José Ignacio Indart estuvo cenando con sus amigos en Santesteban hasta las 3.00 de la madrugada, cuando decidió irse a casa ya que al día siguiente estaba citado como vocal suplente en una mesa electoral de Narbarte con motivo de las elecciones a las Cortes Generales.
Sobre las 3.15 horas, una patrulla de la Policía Foral le dio el alto, ya que circulaba sin el permiso de reglamentario.
La interceptación se produjo tras una persecución en la que, en la huida, al joven se le reventaron dos neumáticos y llegó a circular sobre las llantas. Le sometieron a las pruebas de etilometría y fue denunciado administrativamente.
El turismo tuvo que ser retirado por una grúa al presentar importantes daños en los neumáticos y su conductor, José Ignacio Indart, fue trasladado en un vehículo oficial de la Policía Foral hasta la entrada de Legasa hacia las 6.15 horas.
Desde allí, según constaba en el auto, se dirigió a pie hasta su domicilio, que se encontraba a una distancia de unos 1.400 metros.
En algún punto del camino, según exponía el juez, se cruzó con su padre, José Antonio Indart Sarretea, quien, enfadado al conocer el incidente con el turismo, "le golpeó en varias ocasiones en la cabeza", lo que le originó "graves lesiones".
Para evitar ser descubierto, según este argumento, le llevó inconsciente en su todoterreno a la sima denominada Legarra, con una profundidad de 45 metros y de muy difícil acceso, "donde lo arrojó mientras estaba todavía con vida".
Para el juez, el imputado pretendió desviar la atención trasladándose, sin ninguna tarea programada, a la finca Lahoz, ubicada en el parque natural de Valderejo (Álava), previo paso por la finca Iriberri en el valle de Atez.
Los restos de José Ignacio Indart fueron hallados el 23 de diciembre de 2014 por miembros del grupo de espeleología Satorrak y recuperados el 26 de diciembre. De la investigación se hizo cargo la brigada de delitos contra las personas de la Policía Foral.