• viernes, 29 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

El Txoko del Sadar, el nuevo y renovado restaurante tras las obras del estadio

Ha pasado de 180 a 300 metros cuadrados en el interior y en el voladizo hay una terraza cubierta con 25 mesas.

Bar Txoko del Sadar, recién reformado, en los aledaños del Sadar. PABLO LASAOSA
Elena Olaverri Iturbide y Josetxo Gorostidi Iribarren, propietarios del local, sentados en el interior del renovado Txoko del Sadar, que cuenta con algunos de los antiguos asientos del viejo Sadar. PABLO LASAOSA

El bar restaurante el Txoko del Sadar reabrió sus nuevas instalaciones a finales de mayo después de 14 meses cerrado por obras. Ha pasado de 180 a 300 metros cuadrados y bajo el nuevo voladizo del estadio pamplonés hay una amplísima terraza con 25 mesas.

Detrás de las grandes cristaleras hay un amplio comedor, una renovada cocina y en el techo de la barra se pueden ver los tres enormes tanques, que no son de adorno, sino que están llenos de cerveza. Por si fuera poco, hay sitio de sobra para dejar el coche en los aparcamientos junto al estadio. Desde la reapertura también dan cenas.

Josetxo Gorostidi Iribarren y Elena Olaverri Iturbide son marido y mujer y dirigen el bar restaurante. Elena en la barra con 62 años y Josetxo como gerente y cocinero con 63. "Terminábamos el contrato y si nos íbamos, nos íbamos sin más. La verdad es que estudiamos bien el tema y creíamos que con una reforma esto podía quedar muy bien como así ha sido al final".

"Nos animamos un poco tarde con sesenta y tantos años a hacer la obra. La inversión ha sido grande, pero ha quedado un local que merece la pena", asegura Josetxo. "Eso esperamos ahora, que amorticemos todo lo invertido trabajando y estamos contentos" indica Elena con una amplia sonrisa.

Bandejas de pintxos en la barra del Txoko del Sadar. PABLO LASAOSA
Bandeja de pintxos en la barra del Txoko del Sadar. PABLO LASAOSAB

Josetxo Gorostidi  destaca las novedades que ofrece el nuevo Txoko del Sadar: "La respuesta de los clientes es buena. Ahora es otra historia con una terraza que está funcionando muy bien y luego dentro es mucho más amplio, más acogedor, con mucho espacio. Hemos cambiado también el tema de la cocina. No nos dedicamos a menús elitistas, pero lo que hacemos es innovador y con calidad", resume. 

Han aprovechado el reestreno para dar aire fresco a la carta. Ofrecen menú del día de comida casera y de fin de semana con especialidades, además de menú infantil. También ofrecen 'picoteo' con nachos, croquetas, chipirones y ensaladas, poke bowl, enredo de patatas y huevos rotos, hamburguesas, bocadillos y taco talos. También hay 'Txoko Gourmet' durante el fin de semana y especialidades de lunes a jueves.

"Las reservas van muy bien y el fin de semana trabajamos muchísimo más que antes. Un día normal varía entre 60 y 90 comidas. El fin de semana lleno". Durante el mes de septiembre decidieron no abrir los días de partido por las exigencias sanitarias debido a la Covid-19: "Cerramos por recomendación de protección ciudadana. Solo podía haber gente dentro sentada con dos puertas abiertas y con la terraza cerrada, y no podíamos asumir el tema así. Es mejor cerrar tres domingos y ya está", afirma Josetxo.

En cuanto a las comidas que ofrecen, destaca lo siguiente: "Tenemos un menú para gente joven con hamburguesas cara a la gente de las universidades. Luego también un menú o carta gourmet que la vamos variando bastante. Carne excelente, pescados y un poco de todo. En barra procuramos tener buenos pinchos, unos fritos de pimiento que se venden una barbaridad y algo diferente a lo que hay por ahí. Las cenas, que antes no dábamos, van muy bien".

La relación con la junta directiva de Osasuna es "perfecta", aseguran. "Se han portado bien con nosotros. Nos han dejado un poco de manga ancha en los alquileres durante la pandemia. La inversión ha sido toda nuestra, pero para amortizarla Osasuna nos ha dado 25 años de alquiler. Estamos contentos con el comportamiento de la directiva con nosotros. Eso ha sido lo que nos ha dado verdaderas ganas para seguir. Bajo esas condiciones hemos decidido seguir", asegura Josetxo.

Interior del bar restaurante el Txoko del Sadar. PABLO LASAOSA
Interior del bar restaurante el Txoko del Sadar. PABLO LASAOSA

Llaman la atención los tres enormes tanques de cerveza que cuelgan del techo de la barra: "Los tanques tiene una ventaja muy grande sobre los barriles antiguos. Ahora no entra ningún gas. Aquí te metes tres cervezas y te entra mucho mejor. No hay que estar cambiando de barril y es una ventaja tremenda. La cerveza sale mucho mejor", comentan. 

Mantienen las fotos antiguas y bonitas del equipo que ya tenían en el antiguo local: "Siempre hay que dejar cosas de la época", dice Elena. "Los jugadores entrenan en Tajonar y aquí vienen poco. Algunos venían de jóvenes con el Promesas como Oier, David y Unai que han venido bastante. No tenemos mucha relación con ellos. Aquí no vienen mas que a jugar los fines de semana".

Entre las sugerencias 'Txoko dulces' de la casa destacan el brownie con espuma de vainilla y choco-salsa caliente, Vaso cheese cake con galleta rota y frutos rojos, Txokoquies con helado de nata y cremoso de chocolate, Tiramisú en vaso, Crema de canela quemada y Goxua.

Josetxo Gorostidi y Elena Olaverri tienen grabado aquel Osasuna-Real Sociedad del 21 de enero de 2001, después de 17 años de trabajo en el asador Ipartxo de la calle Sangüesa, que fue reconvertido en sociedad gastronómica.

Era el primer partido que vivía el restaurante El Txoko del Sadar recién estrenado y el comedor se llenó de aficionados rojillos y txuriurdines. Ya han pasado veinte años.


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