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COMERCIO LOCAL

El carnicero de Pamplona que se jubila cantando una jota: "Gracias por todo el cariño"

Máximo Díez, natural de Marcilla, pone punto final a 30 años de trabajo: "Me voy con pena, pero los años pesan", asegura.

Máximo Díez y María Luis Villanueva en la Carnicería Diez en la calle Irunlarrea. Navarra.com
Máximo Díez y María Luisa Villanueva en la Carnicería Diez de Pamplona. Navarra.com

El matrimonio formado por Máximo Díez Rincón y su esposa María Luisa Villanueva, los dos naturales de Marcilla, han trabajado durante los últimos 30 años en su carnicería de Pamplona.

Se trata de la carnicería Díez, que está situada en la calle Irunlarrea 29-31, en el barrio de Mendebaldea de la capital navarra. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local.

Como es el caso, por ejemplo, de la tienda de moda femenina Nudek en la calle Irunlarrea 15 c, o el centro de tratamiento conocido como Salt Room Spain en la calle Benjamín de Tudela 26. 

Máximo Díez es el carnicero jotero, como les gusta definirse. Acaba de cumplir 65 años y ha decidido jubilarse: "La verdad es que he pasado un último año jodidillo. Me da pena dejarlo, pero me canso más que antes porque hay que trabajar igual que cuando tenía 20 años, ya que no tengo empleados, y los años pesan".

Ha trabajado siempre con su mujer, pero el problema es otro: "No hay relevo. Mis hijos no han querido, y a no ser que venga alguien... No quiere nadie. Si me dijeras que no funciona, pero es un negocio que está funcionando. Es una pena", afirma el carnicero.

Máximo empezó en esta profesión de la mano de su padre: "Mi padre trabajaba en una fábrica de embutidos y como antes no te preguntaban si te gustaba o no... Yo empecé y metí a mis hermanos en la carnicería, pero me he quedado solo".

La carnicería estaba en traspaso y ahora ha alquilado la bajera a una empresa de cátering de precocinados que está esperando la licencia del Ayuntamiento de Pamplona para empezar a trabajar "ya que la licencia es diferente a la de una carnicería", señala Máximo.

El cierre de la carnicería Díez tuvo lugar el pasado 29 de julio. Máximo aprovechó para cantar su última jota como carnicero y agradecer los años de confianza a sus clientes: "Hoy es un día especial. Es mi última jota como carnicero. Estoy un poco emocionado", aseguraba.

La jota dice así: "Yo les quiero agradecer a todos nuestros amigos. Yo les quiero agradecer lo mucho que he disfrutado de poderles atender. De poderles atender a todos nuestros amigos. Gracias y besos a todos".


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