COMERCIO LOCAL
Velas con forma de postre y olores dulces: el rincón más aromático de la Feria de Navidad de Pamplona
Desde el 29 de noviembre y hasta el 6 de enero, se puede disfrutar de la Feria de Navidad de la Plaza de Toros de Pamplona.
La Feria de Navidad de Pamplona ha vuelto a llenar el foso de la Plaza de Toros con aroma a artesanía y regalos especiales. A lo largo de todo el pasillo circular se han instalado más de 50 puestos con todo tipo de productos artesanales, pensados para sorprender en estas fechas.
Muchos de esos artesanos repiten experiencia año tras año y otros se estrenan, lo que convierte cada edición en un mercado distinto, con olores, colores y propuestas nuevas.
Entre esos puestos se encuentra “Olores y Colores”, el espacio que dirige Estíbaliz Cazallas Muñoz, una artesana llegada desde Cantabria que repite en la Feria de Navidad de Pamplona.
En su mesa se combinan frascos, tarros y pequeñas piezas cuidadosamente colocadas. "Tengo ambientadores, fragancias y velas artesanales elaboradas con cera de arroz vegana”. Todo lo que vende está hecho a mano por ella misma.
El nombre del puesto hace honor a lo que allí se ofrece. En “Olores y Colores” se pueden encontrar olores muy diferentes y curiosos, que van desde aromas frescos a otros más dulces y golosos.
Pero si algo se ha convertido en su sello son las velas con forma de postre. “Lo más vendido son las velas de postres, que son aromáticas y llaman la atención por la forma que tienen”, explica Estíbaliz, mientras señala pequeñas cupcakes que en realidad son velas listas para encender.
Detrás de cada una de esas piezas hay muchas horas de trabajo. “Lo hago todo yo, he estado tres meses de producción para poder venir a Pamplona. Lo hago en casa, donde tengo el taller, lo próximo será tener un almacén”, cuenta.
El proyecto de Estíbaliz nació de un giro inesperado en su vida laboral. “Todo comenzó por una baja de autónomos en la que la cabeza da mucho. Yo ya vendía ambientadores para colgar en el armario, pero esa baja me llevó a descubrir este mundo”, recuerda.
A partir de ahí empezó a experimentar con nuevas fragancias y formatos, hasta dar con los productos que ahora lleva a los mercados.
Aunque su producto llama mucho la atención, Estíbaliz no cuenta con una tienda a pie de calle. “No tengo tienda física, pero sí tengo página web y también estoy en otros mercados, como en un pueblo de Cantabria y en Logroño, todos hasta el 6 de enero”, explica.
Esa agenda supone un esfuerzo importante en una época del año muy familiar. “Es un poco complicado salir de casa 40 días en esta época teniendo hijos, pero el esfuerzo merece la pena”, reconoce. Aun así, no duda en hacer la maleta para acudir a Pamplona y dar a conocer su trabajo artesanal.
La relación con Pamplona ya es, para ella, algo más que una simple parada en la ruta. “Estoy muy contenta por estar aquí un año más. El buen tiempo del Puente Foral nos ha ayudado mucho para las ventas”, asegura. La afluencia de público en esos primeros días ha sido clave para arrancar con buen pie la campaña.
Más allá de las ventas, Estíbaliz confiesa que la capital navarra le ha conquistado. “Pamplona como ciudad me encanta”, dice con una sonrisa.
Por eso, otro año más ha querido regresar con su puesto “Olores y Colores” al foso de la Plaza de Toros, donde sus velas con forma de postre y sus ambientadores llenan de olores y colores una Feria de Navidad que se ha convertido, también para ella, en una cita fija de cada invierno.