Más de 700 kilómetros. Es la distancia que separa el comercio de Álvaro Torres Gutiérrez (36 años), y Ayelén Velasco Alonso (31 años), del lugar que les vio nacer. Esta pareja, natural de Ibiza, decidió dar un giro de 180 grados a su vida en febrero de este año, fecha en la que se instalaron en la capital navarra. Recientemente, han abierto Diminutos Gigantes, una tienda de ropa infantil, en el Casco Antiguo.
"Nuestro hijo Aritz, que tiene dos años, nos motivó a venir", sostiene él. Y explica que la situación en Ibiza se está volviendo "muy precaria para vivir". En ese sentido, el nacimiento del pequeño de la familia abrió los ojos de la joven pareja, que dudó en buscar otro lugar donde poderle dar a su hijo otro tipo de vida. "Cuando tienes un hijo, empiezas a mirar más hacia el futuro".
Pamplona siempre fue una de las primeras opciones. Torres se confiesa un enamorado del norte de España. "Desde que era adolescente, me gusta mucho Navarra y el País Vasco". De hecho, ha viajado recurrentemente por esta zona.
Tanto ha calado en su fuero interno que su hijo tiene un nombre más propio de estas tierras. "Cuando mi mujer se quedó embarazada y supimos que era niño, teníamos dos nombres en mente y los dos eran de origen vasco. 'Aritz' era un nombre que me encantó la primera vez que lo escuché y lo he llevado siempre conmigo. A mi mujer le encantó", explica.
Finalmente, optaron por asentarse en Pamplona: "Para mí esta ciudad siempre ha tenido algo especial", asegura el cofundador de Diminutos Gigantes. "No nos veíamos viviendo en una ciudad grande porque en Ibiza teníamos todo cerca y nos hubiese costado más adaptarnos". De esta manera, explica uno de los motivos que les llevó a decidirse por la capital navarra.
Torres explica que la idea de abrir la tienda de ropa infantil Diminutos Gigantes nació de la oportunidad y la experiencia. "Cuando llegamos a Pamplona, nos dimos cuenta de que había un nicho de mercado", confiesa. Y comenta que la pareja encontró dificultades a la hora de encontrar ropa para Aritz que cumpliese con sus gustos y respetase sus valores.
"Mi mujer es consultora de comunicación y sostenibilidad, así que damos mucha importancia al tema de comprar en lugares que respetan los valores que compartimos", indica el emprendedor. Entre otras, por ejemplo, ellos prefieren comprar en pequeños negocios "para potenciar el comercio local".
Por otro lado, Torres había trabajado en tiendas de ropa con anterioridad e, incluso, tenía experiencia llevando la gerencia de las mismas. Esto le ha facilitado tomar la decisión de abrir su propio negocio en Pamplona.
La tienda de ropa infantil Diminutos Gigantes se encuentra en el número 56 de la calle San Nicolás. Se trata de un local que anteriormente albergó otros negocios del sector textil, como Natural Dipnner o la tienda de ropa de mujer Meraki. "Cuando vimos que este local estaba disponible, no lo dudamos", subraya Torres.
A él le hace especialmente ilusión haber abierto su tienda en el Casco Antiguo de Pamplona. "Venir todos los días a trabajar aquí se ha convertido en algo especial", asegura. Y lo achaca a que es una zona de la ciudad que le gusta mucho. También a la buena acogida: "Los comercios de al lado nos han recibido muy bien. Estoy muy agradecido a todos ellos".
La tienda Diminutos Gigantes sorprende por su orden y su ambiente cálido. En ella, los clientes encuentran ropa de diferentes estilos para niños y preadolescentes. "Tenemos tallas desde recién nacido hasta la 16".
A la hora de describir el tipo de ropa que vende, Torres indica que, aunque Diminutos Gigantes "no se sale de lo clásico del todo", si que busca "aportar modernidad" a la hora de vestir a los pequeños de la casa.
Otra de las cosas que diferencia a esta tienda de moda infantil, que levantó la persiana por primera vez el viernes 27 de septiembre, es su forma de adaptarse a las diferentes edades. "Un niño no viste igual cuando tiene dos años, ocho o catorce", puntualiza el cofundador de Diminutos Gigantes. "Buscamos tener siempre ropa adaptada para cada edad", insiste. De hecho, la ropa se distribuye en el local por zonas diferenciadas en función del rango de edad.
Además, esta tienda está pensada para que el momento de ir a comprar sea una experiencia positiva para toda la familia: "Estoy esperando que me lleguen unos muebles para montar aquí un rincón para que jueguen los más peques", indica mientras señala hacia una esquina cercana al mostrador.
En ese sentido, insiste en que quiere que los niños disfruten cuando entren en la tienda Diminutos Gigantes. "Al final, otro de nuestros objetivos es que los más pequeños encuentren su personalidad y lo hagan, en parte, gracias a nuestra ropa", detalla.
Y asegura que hay muchos niños pequeños con las ideas muy claras. Torres se sonríe mientras mira hacia uno de los maniquíes que decoran la escaparate de la tienda de ropa. Viste un pantalón vaquero gris oscuro, casi negro, con bolsillos a los lados.
Le viene a la mente una de las primeras anécdotas que ha vivido en Diminutos Gigantes: "El otro día entró en la tienda un niño de 7 años que quería ese pantalón. Le habían gustado los bolsillos laterales".
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