La estilista navarra Garazi Lorente ha dado un paso clave en su carrera profesional. Después de más de tres lustros trabajando como autónoma en distintos espacios de Pamplona, ha apostado por abrir su propio salón integral de belleza.
El negocio ha cumplido su primer mes y lo ha hecho con fuerza: clientela de toda la ciudad, vecinas del barrio de Iturrama y nuevas usuarias han descubierto un local pensado para ofrecer algo más que un simple corte de pelo.
El establecimiento se llama Garazi Lorente Peluquería y se encuentra en la calle Esquíroz 28 trasera, muy cerca de la gasolinera conocida por todo el barrio. Allí, Garazi ha reunido en un mismo espacio lo que durante años ha ido ofreciendo por separado: peluquería, estética, asesoría personal y tratamientos especializados. El objetivo es claro: que cada persona salga con un resultado que encaje con su estilo de vida, su cabello y su personalidad.
Lorente es colorista, estilista y asesora de imagen, y resume su filosofía con algo que se ha convertido en su sello profesional: escuchar primero para decidir después. Asegura que cada clienta recibe un diagnóstico adaptado y una propuesta a su medida, evitando tratamientos estándar. Su trabajo combina técnicas clásicas con tendencias actuales, desde cortes atemporales hasta degradados creativos o texturas más modernas pensadas para resaltar las facciones.
Pamplonesa “de toda la vida”, Garazi Lorente Escaso tiene 36 años y acumula 16 años de experiencia dedicados al cuidado del cabello. Comenzó trabajando con Llongueras y después continuó por su cuenta, siempre como autónoma. Ahora ha decidido concentrar todo su trabajo en un solo lugar. “He abierto hace solo un mes y mucha gente de la zona viene, además de otras que tengo desde hace muchos años por toda Pamplona y la comarca”, explica con orgullo.
La apertura ha traído también un salto cualitativo en los servicios. El salón funciona como un centro de estética completo, en el que trabajan cuatro profesionales: Garazi como peluquera, Edna como manicurista, Alba como especialista en micropigmentación y Ainara como masajista. “A las clientas les gusta aprovechar y hacer todo en un día. Buscan un salón que unifique servicios, casi como un centro de belleza”, señala.
El espacio ha sorprendido también por su ambiente. No solo ofrece tratamientos, sino un lugar donde conversar, relajarse y desconectar. La zona está llena de estudiantes y muchas jóvenes han convertido la peluquería en un punto de encuentro. “Les gusta un local dinámico donde puedas hablar. Tenemos hasta café, y ahora con el frío salen muy contentas”, cuenta entre risas.
Otra apuesta que está creciendo dentro del salón es el cuidado de prótesis capilares, un servicio delicado dirigido a mujeres que pasan por momentos difíciles debido a enfermedad. “Queremos mimarlas y darles lo mejor en un momento duro”, explica Garazi, que destaca la importancia del acompañamiento más allá del tratamiento estético. Las redes sociales también han sido clave: el boca a boca y los comentarios online están haciendo que muchas personas lleguen recomendadas.
Las reseñas valoran el trato personalizado, la calidad y, sobre todo, los consejos para mantener el cabello en casa. Una clienta lo expresa así: "Servicios con una calidad precio inmejorable comparado con otras peluquerías, y además te aconseja productos muy asequibles para llevar un mantenimiento en casa”.
Otra sentencia con cariño y fidelidad: “Garazi, aparte de ser mi peluquera desde hace 11 años, es una profesional espléndida. Gracias por ofrecer una amplia gama de servicios en un mismo centro”.
