La tienda FlorEsther de Pamplona ha cumplido una larga etapa durante 38 años bajo la dirección de Esther Irigoyen Otazu. Llega el momento de la jubilación y la conocida tienda está pendiente de encontrar a otra persona que tome el relevo.
Floresther está situada en la calle Abejeras 18 bis en pleno barrio de Iturrama. Un establecimiento que está muy cerca de otros que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, de la tienda pescados y mariscos hermanos Arlegui o el histórico bar restaurante Vía Veneto, que hacen de esta zona de la calle Abejeras un pequeño 'oasis' de comercio local en el barrio.
Esther Irigoyen es una pamplonesa "de toda la vida" que a base de esfuerzo, trabajo y muchas horas de dedicación, ha conseguido ofrecer un muy buen producto con sus plantas y flores. Su clientela es amplia y muy fiel.
Llevo 38 años trabajando en la tienda: "Es toda una vida. Casi formo parte del paisaje. Vine con el chupete debajo del brazo. Hace doce años se llamaba floristería Abejeras y le cambié el nombre y reformé la tienda para actualizarla. El proyecto fue una creación del arquitecto Iván Martínez con la colaboración de Yolanda Reclusa", asegura.
Esther ha decidido poner su tienda en traspaso: "Me quedan tres años para jubilarme y creo que estas cosas hay que hacerlas con previsión y con tiempo buscando un relevo. La idea es que venga alguien que durante un tiempo haya que formarle e introducirla poco a poco en la tienda".
Se trata por lo tanto "de hacer un camino juntas hasta que yo haga mi salida y la persona que entre se haga con el negocio. De ahí me nace la idea de hacerlo con tiempo", señala Esther en un barrio "donde ya se incorporan familias jóvenes. En esta zona hay mucho comercio y hay mucha vida".
Ella que sigue contenta en su trabajo: "Yo estoy trabajando muy a gusto y apostando por lo mejor como si fuera el primer día, que es la actitud que hay que tener en un puesto de trabajo, y con alegría también porque dicen que los jubilados viven muy bien, o eso dicen", indica con una sonrisa.
Lo mejor de todo es que la tienda es rentable: "Funciona y se trabaja muy bien. Es rentable económicamente. Vivimos de ella dos personas y cuando una hace un esfuerzo grande, la tienda funciona. Considero que puede ser una buena oportunidad para alguien que venga con ganas de emprender y de trabajar".
Esther indica: "Sería bueno que la persona que venga traiga su propio proyecto porque en esta vida hay que tener proyectos personales para generar más ventas, y tener una buena actitud en el trabajo".
Lo que más se vende en la tienda "es la flor cortada, que es nuestro mayor campo. Los ramos, los centros, y los eventos, ya sean bodas, cumpleaños o fiestas privadas, que se llevan mucho. En el día a día el cliente de la calle quiere la flor cortada como ramos de flores o de rosas".
La cercanía de la festividad de Todos los Santos, el próximo 1 de noviembre, marca una fecha destacada en la tienda: "La mirada ya está puesta en Todos los Santos y estamos preparando la campaña que para nosotros está muy consolidada con una clientela muy fija", concluye Esther Irigoyen.
