• sábado, 17 de mayo de 2025
  • Actualizado 18:23
 
 

COMERCIO LOCAL

Natalia, la pamplonesa que lleva media vida en la tienda que fundó su padre: “No creo que haya relevo familiar”

El negocio no sigue un calendario fijo de ventas: “No tiene estacionalidad. Va por rachas, pero se va compensando. Gracias a Dios seguimos aquí", asegura.

Natalia Moriones en la tienda que abrió su padre en el barrio de Iturrama en Pamplona. Navarra.com
Natalia Moriones en la tienda que abrió su padre en el barrio de Iturrama en Pamplona. Navarra.com

Natalia Moriones Ayerra ha pasado más de media vida entre planos, medidas, presupuestos y montajes de muebles. Entró a trabajar con su padre en 1999 y, desde entonces, no ha soltado el timón. “Yo me encargo de todo lo que tiene que ver con la gestión y la atención en el local" situado en el barrio de Iturrama en Pamplona.

La tienda de Natalia está muy cerca del bar Pato Pinta, especializado en comida casera con unas cazuelicas de ajoarriero a la navarra que quitan el sentido.

"Juan, mi marido, es quien va a ver al cliente, toma medidas, hace los presupuestos y también lleva la parte de postventa”, ha explicado. Él, Juan Navarro Hernández, de 53 años, es su compañero de equipo en lo personal y en lo profesional desde que juntos se hicieron cargo del negocio en 2005, tras la jubilación de su suegro.

Desde fuera puede parecer una tienda más, pero quien cruza la puerta se encuentra con un asesoramiento hecho a medida, con dedicación artesanal. Natalia, que ahora tiene 54 años, ha aprendido a fondo el oficio y defiende con firmeza que cada cliente necesita una solución específica. “Vamos al sitio, vemos la distribución y asesoramos según sus necesidades reales. No vendemos por catálogo sin más”, ha subrayado.

El negocio lo fundó en 1988 su padre, Luis Moriones Ayesa, en el número 19 de la avenida de Sancho el Fuerte, en Pamplona, donde sigue funcionando hoy con el mismo espíritu familiar. “Mi padre tiene 81 años y vive en San Juan. Ya no viene por aquí, aunque a veces, si le apetece, se da un paseo y se pasa a saludar”, ha contado su hija con una sonrisa.

Desde hace más de 35 años, la tienda Luis Moriones se dedica a crear ambientes de trabajo cómodos, funcionales y duraderos. Su especialidad es el mobiliario de oficina, pero también ofrecen soluciones para centros educativos, geriátricos y deportivos: vestuarios, mesas, armarios, bibliotecas, sillas, percheros, papeleras, paneles acústicos, señalética y rótulos. “Vendemos todo lo que tiene que ver con una empresa y un espacio de trabajo”, ha resumido Natalia.

Uno de sus productos estrella es la silla. No es casual: “Una silla es salud. Para mí es imprescindible probarla antes de comprarla”, ha afirmado con convicción. “No es lo mismo usarla un rato que estar ocho horas sentado. Enseñamos a sentarse bien y elegimos el modelo según el uso que se le vaya a dar”.

Durante muchos años, Juan se ocupaba también de los montajes, pero los ha tenido que dejar por motivos físicos. Ahora cuentan con montadores externos, aunque eso no ha mermado la atención al detalle. Él sigue siendo la cara visible en cada entrega y revisión.

Interior de la tienda de mobiliario Luis Moriones en el barrio de Iturrama en Pamplona. Navarra.com
Interior de la tienda de mobiliario Luis Moriones en el barrio de Iturrama en Pamplona. Navarra.com

A lo largo del tiempo han visto pasar todo tipo de clientes, desde grandes empresas hasta pequeños negocios, y la mayoría repite. “Muchos vienen desde la época de mi padre. La fidelidad es muy bonita. Siguen confiando en nosotros por el trato tan personal que damos”.

El negocio no sigue un calendario fijo de ventas. “No tiene estacionalidad. Va por rachas, pero se va compensando. Gracias a Dios seguimos aquí, por el asesoramiento y el servicio postventa”, ha señalado Natalia, agradecida con su clientela.

Cuando se le pregunta por el futuro, lo tiene claro. “Mis hijos tienen 20 y 18 años y han tomado otros caminos. Aquí no vienen. Para contratarles tendría que hacerlo de forma oficial, y al ser familiares es un lío laboral. Además, no tienen interés. Me gustaría que vinieran en verano, pero tampoco es tan fácil”.

Desde su experiencia como autónoma, Natalia ha lanzado una reflexión: “No está fácil para nadie, y menos para nosotros. Los autónomos tenemos que sacarnos las castañas del fuego solos. Está muy bien que se apoye el emprendimiento, pero quienes ya estamos sentimos que nos dejan un poco de lado”.

¿Tienes una tienda, un bar, un restaurante o un local comercial en Pamplona o alguna localidad de Navarra?

¿Quieres salir en nuestra sección de Comercio Local y que miles de personas conozcan todo lo que ofreces con una noticia y fotografías hechas por profesionales?

Escríbenos a esta dirección y hablaremos contigo para contactar cuando antes: [email protected]


Apóyanos para seguir realizando periodismo independiente.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Natalia, la pamplonesa que lleva media vida en la tienda que fundó su padre: “No creo que haya relevo familiar”