El centro de estética y bienestar Sensaciones cumple este mes de noviembre 18 años abierto en Pamplona. Sus propietarios, Mari Cruz Rodríguez, de 41 años, y Diego David Pérez, de 36, celebran casi dos décadas dedicadas al cuidado personal y al bienestar de sus clientes. Para agradecer la confianza de todos estos años, han preparado descuentos, promociones especiales y tarjetas regalo entre el 10 y el 14 de noviembre.
El proyecto nació de la ilusión de una joven del barrio. “Echo la mirada hacia atrás y me sigo viendo esa cría con una ilusión tremenda por hacer algo bonito en el barrio”, recuerda Mari Cruz, todavía emocionada. “Para mí el barrio de la Rochapea siempre ha sido una referencia. Con mi padre, el zapatero Cándido, y mi hermana Azucena, he vivido aquí toda mi vida".
"Tenía clarísimo que, cuando empezara a trabajar, iba a hacerlo en mi propio barrio”. Y así fue. El centro Sensaciones se ubica en el paseo de Anelier 22-23 bajo, un lugar que hoy se ha convertido en referencia para muchos vecinos.
Desde muy joven, Marí Cruz tuvo claro que quería dedicarse a la estética y al cuidado integral de las personas. “Conforme cumplí años me fui haciendo a la idea de lo que quería. Estudié estética y mi hermana Sara, que trabajaba en una peluquería, me dio la oportunidad de empezar con ella en una salita que se me quedó pequeña enseguida".
"Tenía dentro muchas ganas de ofrecer algo más. Me llamaba la atención cómo las personas están llenas de tensión, cansancio y agotamiento por todo lo que vamos viviendo. Quería crear un espacio para sentirse cuidado, relajarse y parar el tiempo”, explica.
Esa filosofía ha sido la esencia del centro desde que abrió sus puertas hace 18 años. “Estoy muy contenta”, reconoce. “Ha habido tiempo para todo: hemos vivido crisis económicas, el covid, momentos buenos y difíciles… pero siempre he tenido claro que mi forma de ser me ha ayudado a no decaer. Estoy muy agradecida a mi equipo de seis personas, que aporta mucho y nos hace crecer. Estos años son ya media vida, y me siento afortunada por todo lo que hemos construido”.
En Sensaciones no solo acude gente del barrio. “Viene gente de otras zonas de Pamplona, del resto de Navarra y hasta de otras comunidades. Nuestra clientela es muy cercana y cariñosa”, cuenta Mari Cruz. “Trabajamos con nuestras manos, sin métodos invasivos. Hay que luchar, claro, pero merece la pena cuando ves a alguien salir sonriendo y relajado”.
Su pareja, Diego David, ha sido parte fundamental del crecimiento del negocio. “Yo vengo de Galicia y de un sector totalmente distinto”, comenta. “Conocí a Mari y fue ella quien descubrió en mí un talento que yo no sabía que tenía: el del masaje. Poco a poco, viendo la reacción de la gente, te das cuenta de que puedes hacer algo que realmente ayuda a los demás. Eso reconforta y te anima a seguir mejorando. Estoy muy a gusto en Pamplona”.
David pasó un año en Tailandia, donde se formó en una técnica de masaje relajante muy especial, que se ha convertido en uno de los servicios más solicitados del centro. “Transmite mucha paz y sus manos son increíbles”, dice Mari Cruz entre risas. “La gente lo nota. Es una experiencia diferente”.
A lo largo de estos 18 años, Sensaciones se ha ganado una sólida reputación gracias al trato personal y la calidad de sus tratamientos. “Estamos muy contentos. Se puede vivir de esto”, afirma María Cruz. “Hay que ofrecer siempre algo nuevo, cuidar los detalles y mejorar cada día”.
Las opiniones de los clientes en redes sociales reflejan el éxito del centro. Una usuaria explica: “Me han regalado el masaje Sabai, son 80 minutos de relajación total y sales completamente renovada. Es una opción de regalo fantástica, totalmente recomendable”.
Otra comenta: “Me regalaron un masaje facial completo y salí encantada. Súper simpática, atenta, adaptó todo a mi tipo de piel y me dio consejos que sigo aplicando”. Y hay quien resume su experiencia así: “He ido varias veces para rituales de masaje. Siempre ha sido espectacular. Es un momento de calma y desconexión en el que sales totalmente renovada”.
Tras casi veinte años, Mari Cruz y Diego David siguen mirando al futuro con la misma ilusión del primer día. Su objetivo sigue siendo el mismo: que cada persona que entre por la puerta de Sensaciones salga más tranquila, más feliz y con la energía renovada.
