En el barrio de la Chantrea, en un modesto local se encuentra la Pastelería Miravalles, un lugar donde disfrutar de los dulces tradicionales pero también de la nueva bollería que está causando furor y no para de venderse.
La Pastelería Miravalles es un negocio familiar que abrieron en 1990 Santiago Arpón Basarte y Eugenia Melero tras formarse Santiago en la escuela de pasteleros de Francia. Regresó a Pamplona y trabajó como pastelero en el Hotel Tres Reyes y en Taberna.
Sin querer parar en este mundo, decidió montar y abrir la pastelería en el local de la calle Miravalles 17. Durante el transcurso de los años consiguieron trasladar esta pasión a sus hijos Arantza y Miguel Ángel que actualmente son los encargados de continuar con este apasionado oficio.
Mikel se encarga del obrador y de realizar las diferentes creaciones. "Desde siempre le ha gustado el oficio de pastelero. Con 15 años ya tenía claro que quería dedicarse a esto", explica Arantza. En cambio, su hermana cursó el grado de Administración de Finanzas y llegó a trabajar en una oficina. "No me gustaba y tenía claro que quería estar aquí".
Así las cosas, Miguel trabaja en el obrador mientras que Arantza se encarga tanto de la parte de la tienda como la gestión. Así, ambos se complementan y tratan día tras día plasmar su cariño en la pastelería de sus padres. "Es muy duro porque pasas muchas horas, pero es muy bonito porque es artesano, manual y creativo", detalla Arantza.
En la Pastelería Miravalles se puede encontrar los pasteles tradicionales como pastas de té, tartas de cumpleaños o la goxua, entre otros. "El hojaldre aquí tiene mucha fama también. Incluso el rosco de reyes se vende mucho y durante el año también hacemos si se reserva con cinco días de antelación", cuenta.
También, en la Pastelería Miravalles se puede comprar pan artesano que se elabora con una masa madre que lleva 30 años viva. "Mi hermano fue hacer un curso en Vitoria de pan y la trajo. Ahí sigue, incluso durante el confinamiento teníamos que bajar a darle agua". Cada pasta, bizcocho, pastel o producto está elaborado artesanal y manualmente.
No obstante, Arantza y Miguel quisieron introducir nuevos productos y les ha salido bien ya que día tras día la gente llama para reservarlos y todos los días 'vuelan' de los mostradores.
En concreto, comenzaron a elaborar los conocidos 'New Yorks rolls' originales y en forma de cubo. Se trata de un hojaldre relleno de diferentes sabores como Lotus, tarta de queso o pistacho. "Estamos al máximo de nuestra capacidad, cada vez han ido a más. No sabemos si habrá un pico, pero desde luego que se venden muy bien", dice la pastelera.
También, tienen productos veganos muy demandados como donuts enormes, palmeras rellenas o bombas de chocolate. "Mi hermano es vegano y durante el confinamiento me dijo de ir sacando dos veces a la semana a ver qué tal se vendían. Ahora, la gente llama para reservar y tenemos un mostrador lleno".
Todos estos productos también están elaborados desde cero y con un cariño especial. "Al principio a mis padres se les hacía raro, pero ahora ven que funciona y están muy contentos". Además, no utilizan conservantes. "Son productos que duran muy poco porque están elaborados naturalmente", añade.
Todas estas nuevas elaboraciones son fruto de los dos hermanos, que constantemente están maquinando en sus cabezas nuevas recetas. "A pesar de que metemos muchas horas, siempre pensamos cosas nuevas. Queremos ir sacando sorpresas que seguro que a la gente le gusta", confiesa Arantza.
La tradición familiar y el haber conseguido transmitir el cariño por este oficio han hecho que el sabor de sus productos sean únicos. Actualmente, se encuentran 13 personas trabajando entre tienda y obrador. "Hay gente que lleva aquí muchos años como nosotros y formamos un buen equipo. Al final eso repercute también en el trato al cliente. Ahí está el secreto".
Arantza y Miguel ya llevan 30 años trabajando en el negocio de sus padres y no se cansan. "Ojalá estuviera harta de tanto pastel, pero no... Me encanta este oficio".
Aunque cuentan con una pequeña cafetería para comer cualquiera de sus productos, hay quienes deciden llamar y reservar para asegurarse disfrutar de los bollos y pasteles de la Pastelería Miravalles.
