• lunes, 09 de septiembre de 2024
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SOCIEDAD

No es Disneyland, es un pueblo de Navarra: el palacio que te dejará con la boca abierta

Al entrar al Palacio, prepárate para perderte entre torres, pasadizos y jardines que parecen sacados de un cuento de hadas. 

El Palacio Real de Olite.
El Palacio Real de Olite.

Si alguna vez te has preguntado cómo sería vivir en un castillo medieval, el Palacio Real de Olite en Navarra es tu portal al pasado. Este lugar no es solo una visita, es una experiencia que te transporta directamente a la Edad Media, donde los reyes navarros vivían rodeados de lujo y fantasía.

Construido en el siglo XIII y ampliado en el siglo XV bajo el reinado de Carlos III el Noble, el Palacio Real de Olite fue una de las residencias más espléndidas de su tiempo. Este no es un castillo cualquiera; imagina un lugar donde se organizaban fiestas interminables, con jardines colgantes y animales exóticos paseando por los patios. Sí, has leído bien, ¡leones y jirafas en Navarra!

Al entrar al Palacio, prepárate para perderte entre torres, pasadizos y jardines que parecen sacados de un cuento de hadas. Cada sala y cada torre tienen su propia historia. Puedes subir a la Torre del Homenaje para disfrutar de unas vistas impresionantes de Olite y sus alrededores. Desde aquí, es fácil entender por qué los reyes eligieron este lugar para construir su palacio.

La mezcla de estilos gótico y mudéjar te dejará maravillado. Las paredes del castillo de Olite están adornadas con tapices, frescos y vitrales que cuentan historias de tiempos pasados. Y no te olvides de visitar los jardines, un oasis verde que contrastaba con el paisaje medieval y que, hoy en día, sigue siendo un lugar perfecto para pasear y relajarse.

Para sacar el máximo provecho de tu visita, te recomiendo unirte a una de las visitas guiadas. Los guías no solo te mostrarán los rincones más escondidos del palacio, sino que te contarán anécdotas y leyendas que harán volar tu imaginación. Además, a lo largo del año, se organizan eventos y recreaciones históricas que son perfectas para toda la familia.

El Palacio Real de Olite no es solo para los amantes de la historia. Es un lugar donde los niños pueden dejar volar su imaginación y los adultos pueden aprender y disfrutar a partes iguales. Así que, si estás buscando una escapada diferente, llena de historia, cultura y un toque de magia medieval, Olite te espera con los brazos abiertos.

Dónde dormir y comer en Olite

Olite ofrece varias opciones encantadoras para hospedarse y disfrutar de la gastronomía local. Una opción destacada es el Parador de Olite, ubicado en un edificio histórico del siglo XV que forma parte del Palacio Real de Olite. Este hotel combina el encanto medieval con comodidades modernas, ofreciendo habitaciones elegantes y un restaurante que sirve platos tradicionales navarros. Otra alternativa es el Hotel Merindad de Olite, un acogedor hotel situado en una casa noble restaurada del siglo XVIII, que ofrece habitaciones confortables y una terraza con vistas panorámicas de la ciudad.

Para comer, Olite cuenta con varios restaurantes que destacan por su cocina local y de calidad. El Restaurante Casa Zanito es una excelente elección, conocido por su cocina tradicional con un toque moderno y su enfoque en productos locales frescos. Otra opción es la Sidrería Erri Berri, que ofrece un ambiente rústico y acogedor, y es famosa por sus chuletas de cordero y sidra artesanal. No te pierdas la oportunidad de degustar los vinos locales, ya que Olite es el corazón de la región vinícola de Navarra.

Cómo llegar a Olite

Para llegar a Olite desde Pamplona, toma la autopista AP-15 en dirección sur y sigue las señales hacia Tudela/Zaragoza. Después de unos 38 km, toma la salida 56 hacia Tafalla/Olite.

Desde Zaragoza, para llegar a Olite toma la autopista AP-68 hacia el norte en dirección a Logroño/Pamplona y luego cambia a la AP-15 en dirección a Pamplona. Toma la salida 56 hacia Tafalla/Olite.

Al llegar a Olite, sigue las señales hacia el centro histórico donde se encuentra el Castillo de Olite. Para aparcar, hay un estacionamiento público gratuito ubicado cerca del castillo, en la Plaza Teobaldos, a pocos minutos a pie del castillo, lo que facilita el acceso al principal atractivo turístico de la localidad.


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