Durante los días más calurosos son muchos los que tratan de escapar del sol sofocante y buscan alternativas para tratar de sentir un aliento más fresco. En Navarra tenemos la suerte de contar con cientos de rutas, lugares y zonas que alejan de las altas temperaturas.
A 45 minutos de Pamplona, entre Lezaun y Riezu se encuentra una ruta apta para todos los públicos que recorre un impresionante cañón y preciosos acantilados.
La ruta puede comenzar en cualquiera de los dos pueblos, pero si se empieza en Riezu, el paseo resulta más sencillo y cómodo para hacer con niños, ya que el nacimiento del río está más cerca de esta localidad.
Para quienes deseen hacer el recorrido completo, también es una excelente opción comenzar en Riezu, ya que la pendiente aumenta en dirección hacia Lezaun, por lo que el regreso será menos exigente.
El recorrido es de ida y vuelta por el cañón, y la distancia desde el punto de inicio en Riezu hasta Lezaun es de aproximadamente 6 km.
Una vez en Riezu hay que aparcar junto al camping. Se debe atravesar el pueblo por la calle principal hasta llegar a la presa de un antiguo molino. Una vez cruzado el puente podrás encontrar un panel indicativo que marca el inicio del sendero hacia la izquierda. Tras pasar una verja, continuas por una pista ancha y bien acondicionada que llevará hasta el nacimiento del río.
Esta ruta es un paseo corto que se puede hacer con niños e incluso en bicicleta. A partir de aquí, el camino transcurre por una bonita senda natural que se adentra en el cañón y se vuelve más estrecha.
Durante la mayor parte del trayecto, el camino sigue junto al río, un compañero de viaje que alegra cualquier caminata y que en verano resulta muy refrescante. Además, en algunas zonas, es posible darse un reconfortante baño para aliviar el calor (en el nacimiento del río está prohibido bañarse).
Es una ruta lineal que no tiene pérdida, está señalizada y cuenta con carteles indicativos en diferentes puntos. Uno de los principales atractivos de la ruta es cruzar de orilla a orilla a través de los puentes colgantes que han habilitado para salvar el curso del río. Casi como en las películas de Indiana Jones.
Tras una época de lluvias, el manantial rebosa y el río crea bonitos saltos de agua a lo largo del camino. Este momento es ideal para practicar deportes acuáticos como el kayak. En invierno o primavera, esta ruta es perfecta para ver un alto caudal de agua.
Aunque se trate de un sendero sencillo, hay que tener en cuenta que en algunos tramos hay que atravesar el cauce del río y algunos arroyos, por lo que es necesario ir con cierto cuidado.
Al final del cañón, la vegetación se hace menos densa y el sendero se convierte de nuevo en pista. Tras atravesar otra cancela (asegúrate de cerrarla tras tu paso), estás cerca del final de la ida.
Al llegar a Lezaun, volvemos sobre nuestros pasos, disfrutando de nuevo del paseo a través del cañón, en compañía de los sonidos del agua y de la naturaleza, mientras hacemos hambre y visualizamos nuestra merecida recompensa.
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