La juventud de Noáin ha salido a la calle para reivindicar la censura que el equipo de gobierno local ha llevado a cabo para estas fiestas.
El arranque de las fiestas de Noáin de este miércoles ha estado cargado de polémica en la localidad, donde la juventud y gran parte de los vecinos han protestado claramente durante el lanzamiento del chupinazo por las últimas decisiones que el consistorio de la localidad ha tomado en relación a sus fiestas.
Concretamente, han sido varias las pancartas que aludían a la gestión de Alberto Ilundáin, de Queremos Noáin (Podemos), como primer responsable y alcalde del consistorio.
En un nuevo espacio en el que se ha ubicado a la ciudadanía este miércoles, puesto que el cohete no se ha tirado desde el Ayuntamiento sino desde una plataforma colocada en la plaza de los Fueros local, los jóvenes han arremetido con silbidos y pitadas al primer edil. El principal problema, y al que han aludido también a través de pancartas reivindicativas, se centra en la orden que el Ayuntamiento ha tomado en esta legislatura en relación a las bajeras y locales de ocio juvenil.
Radica el motivo en que se ha obligado a cerrar estos locales, que se utilizaban y se abrían después del baile nocturno, sin dar otra alternativa a la juventud. Durante los cuatro días de fiestas, los jóvenes no podrán abrir sus bajeras.
Sólo para el fin de semana, se han instalado unas barras en el frontón de la localidad que gestionará una asociación juvenil de Salinas y que tampoco se ha brindado a ningún colectivo local. Otro motivo que, al parecer y tal y como han mostrado, también ha enfadado a la ciudadanía.
Por todas estas razones, han sido varias las pancartas que advertían al alcalde del grupo QNE de que "ya sólo le quedan dos años de legislatura", con mensajes claros y directos hacia su persona. Los mensajes se pueden ver en la imagen adjunta a esta información, donde aparece una de las pancartas que han portado los jóvenes a limpio silbido (se muestra también en el siguiente vídeo).
Asimismo, la localidad de Noáin también lleva un tiempo enfrentándose a otro problema que la ciudadanía ha vuelto a sacar a la luz este miércoles a las 12 horas, antes y después del estallido de las fiestas de 2017.
Se trata de las altas tasas que se les ha impuesto a los bares y locales de la localidad para sacar a la calle mesas y sillas. Esto, motiva que los establecimientos hayan decidido no montar sus terrazas, como ocurría habitualmente, lo que imposibilita los momentos de vermú tradicional de agosto para los locales.
