RÍO 2016
Hortelano, el primer español en unas semifinales de 200 metros, se queda a seis centésimas de la gloria
Bruno Hortelano ha finalizado cuarto en su serie, justo por detrás del estadounidense y uno de los favoritos, Justin Gatlin.
Bruno Hortelano ha finalizado cuarto en su serie, justo por detrás del estadounidense y uno de los favoritos, Justin Gatlin.
Bruno Hortelano, el primer velocista español que participaba en una semifinal olímpica, se quedó a seis centésimas de marcar un nuevo hito histórico metiéndose en la carrera por las medallas en 200, eliminado en el cuarto puesto lo mismo que el estadounidense Justin Gatlin, que le precedió en la meta.
Ningún atleta español ha llegado jamás a una final olímpica en distancias comprendidas entre los 100 y los 800 metros y en velocidad pura (100 y 200) si siquiera a semifinales, hasta ahora.
Antes de Río, el mejor puesto olímpico alcanzado por un atleta español en 200 fue el quinto de Francisco Javier García en la serie 5 de los Juegos de Múnich'72. En la capital carioca Bruno ha llegado hasta la penúltima ronda.
Con una temperatura no muy alta (25 grados) pero de efectos sofocantes por la alta humedad (78 por ciento), el panameño Alonso Edward dominó la tercera semifinal con 20.07, seguido del holandés Churandy Martina (20.10), campeón de Europa de 100.
Pasaban automáticamente los dos primeros. El tercero, Gatlin (20.13), y el cuarto, Hortelano (20.16), se quedaron fuera de los dos tiempos de repesca.
Hortelano remata así una temporada en la que ha batido a pares los récords de España de 100 y 200 (para dejarlos en 10.06 y 20.12) y se ha proclamado campeón de Europa de esta última distancia.
Dotado de una fuerza mental tan poderosa como la física, Bruno no se conforma con escribir páginas de historia por el mero hecho de acceder a rondas jamás alcanzadas por un velocista español. No le basta. Cuando toma la salida quiere ganar, aunque a su lado compita un campeón del mundo, como sucedió en la primera ronda y en semifinales.
Este martes hizo su debut olímpico en la segunda serie de 200, por la calle ocho. Sin referencia visual, él no podía ver la puesta en acción del jamaicano Yohan Blake, dos carriles a su izquierda, pero no se dejó impresionar por el nombre. Llegó un metro por detrás de él a la recta y empujó para batirlo.
No por el simple capricho de vencer a un campeón del mundo (de 100 metros, en Daegu 2011, tras la descalificación de Usain Bolt por salida falsa), sino por una razón mucho más práctica: las calles en la ronda siguiente se distribuyen con arreglo a los tiempos conseguidos en la anterior.