Ha sido una de las imágenes de los Juegos Olímpicos de Río. Una jugadora de voley playa tapada de arriba a abajo, con unas mallas y un hiyab que apenas dejan ver su cara y sus manos. El contraste es evidente. En frente, jugadoras en bikini
Se llama Doaa Elghobashy y ha concedido una entrevista a El Español en la que declara sentirse satisfecha y sin preocupaciones por su imagen. “Yo no escucho lo que dice la gente, estoy orgullosa de mi ‘hiyab'".
En la conversación mantenida con la periodista Amanda Figueras, la jugadora de Egipto, que estudia segundo curso de ingeniería de sistemas de la información, resta importancia al hecho de que ellas no vistan bikini. “Todas las jugadoras lo llevan, yo soy diferente, ellas juegan con bikini y nosotras con ‘hiyab’, pero somos como todo el mundo”, dice en la entrevista con El Español.
El islam me ha enseñado a amar a todo el mundo, cristianos, musulmanes… eso no importa, a todo el mundo”.
Según informa el mismo texto, la Federación Internacional de Voley Playa solía tener estándares que regulaban el tamaño de los uniformes, pero fueron modificados de cara a Juegos Olímpicos de Londres 2012, permitiendo las mangas largas y los pantalones. Según informó la BBC, el portavoz de la FIVB, Richard Baker, dijo el domingo que dicho cambio buscó hacer que el voley playa fuera más abierto culturalmente.