El Ministerio de Igualdad quiere inculcar la perspectiva de género en las informaciones "como una obligación" y no "como una opción", según recoge en la Estrategia Estatal contra las Violencias Machistas 2022-2005 que ha presentado esta semana.
Este documento recoge como uno de sus ejes estratégicos el fortalecimiento de alianzas con los medios de comunicación, con el sector audiovisual y con el publicitario, con el fin de que estos se conviertan en "aliados" en la lucha contra esta lacra.
El departamento que dirige Irene Montero señala en el texto que "se sigue echando en falta una contextualización más acertada cuando se informa sobre las violencias machistas". "Los análisis especializados concluyen que se dan demasiados detalles escabrosos o sobre la intimidad de las víctimas, con el riesgo de que la audiencia las culpabilice a ellas en vez de a los agresores y no se pone suficiente acento en el resto de información que habla sobre la forma en la que se combate la violencia machista", apunta el informe.
Igualdad destaca, además, que no existe "un mecanismo que formalmente invite a corregir o que castigue estas malas prácticas", por lo que considera "necesario incorporar códigos éticos de comunicación con perspectiva de género que rompan con las actuales resistencias", así como "arbitrar mecanismos de control del tratamiento de la información eficaces para contribuir a la erradicación de la violencia contra las mujeres".
"Es momento de que los medios de comunicación impulsen programas especializados sobre todas las violencias, contando con personas especializadas, mujeres víctimas y supervivientes", propone Igualdad, que también llama a poner en marcha programaciones dirigidas a la infancia "para promover los valores del respeto y la igualdad".
Entre los ejes que destacan en esta Estrategia contra las Violencias Machistas, también está el dirigido a erradicar las violencias digitales. Entre las medidas que el Ministerio incluye en este apartado está el "impulso de medidas para combatir la violencia política ejercida contra las mujeres".
El documento de Igualdad reconoce el término de violencia política, que la ministra ha usado en numerosas ocasiones en los últimos meses, dentro de las violencias machistas pues supone menoscabar, obstaculizar, restringir, impedir o eliminar la participación de estas en los asuntos públicos y/o políticos, promoviendo, incitando o realizando acciones hostiles, intimidatorias, de deshonra o descrédito.
"Todo ello se dirige fundamentalmente contra las defensoras de los derechos humanos, las representantes políticas o cargos electos, las activistas o las periodistas. Se entienden por tanto como una forma de violencia machista afectada por factores culturales, ideológicos y políticos", apunta el texto.
En este sentido, también quieren promocionar la participación, como ponentes en las actividades de formación en materia de violencias machistas, de las mujeres víctimas y supervivientes, incluyendo testimonios de víctimas de la violencia y represión que sufrieron las mujeres como consecuencia de su actividad pública, política, sindical e intelectual en la lucha por la democracia o por cualquier otra forma específica de persecución durante la Guerra Civil y la Dictadura.
Otras de las medidas que el equipo de Montero propone para luchar contra la violencia en línea son el fomento de mecanismos en el sector de las TIC e intermediarios de Internet, incluidas las redes sociales, para evitar los sesgos de género en el diseño de sus productos, aplicaciones móviles o videojuegos; la consolidación de líneas específicas en subvenciones para las asociaciones de mujeres que trabajan por la seguridad digital de las mujeres y fomenten la libertad de expresión y el empoderamiento en línea; o la creación y divulgación de herramientas de seguridad digitales para las mujeres y niñas dirigidas a proteger su privacidad.
