En el domicilio de los hechos, apenas había sangre, por lo que la confusión ha llevado a los agentes a abrir una investigación.
Una peculiar y triste escena fue la que encontró la Policía Nacional de Murcia el pasado domingo tras acudir a un domicilio al haber sido advertidos de que de una de las habitaciones emergía un intenso olor.
Cuando los agentes llegaron a la vivienda y entraron en la habitación en cuestión, hallaron a un hombre de 30 años que yacía muerto y desnudo en la cama, con los genitales atados al gatillo de una escopeta y la cabeza hacia atrás.
Según publica este miércoles La Opinión de Murcia, los compañeros del fallecido fueron quienes decidieron avisar a las autoridades debido al fuerte olor que emanaba de ella y a la imposibilidad de abrir la puerta de esta.
Al lugar del suceso acudió el personal del 112, los agentes de la policía Nacional y Local y el cuerpo de Bomberos, que se encargó de derribar la puerta de la habitación. Lo curioso de la situación fue que apenas había rastros de sangre, hecho que ha llevado a la Policía Nacional a barajar varias opciones a parte del suicidio.
Tras el encuentro, el cuerpo fue trasladado al Instituto Legal de Medicina Legal para llevar a cabo la autopsia. La Policía Nacional, por su parte, ha abierto una investigación.
