• jueves, 02 de mayo de 2024
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OSASUNA

Las dos jugadas que indignan a Osasuna y le echan de la Copa del Rey: “Es penalti”

En el fútbol del siglo XXI y de la tecnología de la información, para bien o para mal, hay cámaras que dejan en evidencia actitudes chulescas como la del colegiado del encuentro entre Osasuna y la Real Sociedad.

El colegiado Hernández Hernández con los jugadores de la Real Sociedad, el francés Robin Le Normand (i) y de Osasuna, David García, durante el encuentro correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey que disputan hoy miércoles Osasuna y Real Sociedad en el estadio El Sadar, en Pamplona. EFE / Jesús Diges.
Uno de los múltiples gestos de chulería que el canario Hernández Hernández dirigió a los jugadores en el partido contra la Real Sociedad y que desesperaron a la grada. EFE / Jesús Diges.

El cabreo de Jagoba Arrasate a la conclusión del partido era no sólo evidente, sino hasta justificado. El sueño copero de Osasuna se fue al garete prácticamente al mismo tiempo al que el canario Hernández Hernández reprochaba a Aimar Oroz una protesta tras una falta clarísima no pitada en el minuto 3 de partido, señal inequívoca de lo que iba a ser su arbitraje: un compendio de gestos de chulería y prepotencia que iban a exasperar primero, y a desesperar después, a la grada de El Sadar

El problema es que en el fútbol del siglo XXI y de la tecnología de la información, para bien o para mal, hay cámaras que dejan en evidencia actitudes como la del colegiado del encuentro entre Osasuna y la Real Sociedad. Ver repetidos sus gestos amenazantes dirigidos única y exclusivamente a los jugadores rojillos, sólo podían ser el preámbulo de lo que iba a suceder.

Y eso que ya en el minuto 2 de partido se tragó por su pésimo posicionamiento en el campo un clamoroso penalti cometido sobre Ante Budimir por Zubeldia. El defensor realista llegó tarde y derribó por detrás al croata, mientras el trencilla se hacía el sueco. Peor todavía. Apenas 10 segundos después y ante la protesta generalizada de la grada, se llevó el dedo índice al pinganillo para hacer entender a todo el mundo que desde la sala de videoarbitraje le habían confirmado lo que él había creído ver: que no había nada punible en la acción.

El problema es que las imágenes de televisión demuestran lo contrario. Doble error del árbitro: no ver la jugada en directo y gesticular de esa forma tana amenazante no sólo ya a los jugadores de Osasuna, sino a toda la grada que, encendida, ya atisbaba por dónde iba a transcurrir el encuentro.

Lo peor de todo es que la RFEF asegura que en esa jugada no entró el VAR, luego no hay grabaciones de la conversación que mantuvieron los árbitros por el intercomunicador.

El partido estuvo plagado de jugadas en las que el contacto rudo y físico de los hombres de la Real Sociedad en el centro del campo estaba permitido, mientras que el más leve roce de un jugador rojillo a un jugador txuriurdin era castigado con falta. Un diferente rasero al que desgraciadamente se ha acostumbrado el Osasunismo porque ya son demasiadas veces en la presente temporada.

Un penalti clarísimo no pitado en la primera mitad, una tarjeta amarilla al míster rojillo por protestar y una desesperante permisividad hacia los jugadores realistas, no sólo por la diferencia de criterio, sino por la condescendencia a la hora de permitir el más puro estilo bordalasiano en el equipo de Imanol, que fingía lesiones y golpes inexistentes para frenar las oleadas rojillas, se llegó al descanso. 

Pero lo peor estaba por venir. Nada más comenzar el segundo tiempo tuvo lugar la fatídica jugada. El penalti señalado sobre Robin LeNormand. Es ahí donde encuentra sentido la amarga queja de Jagoba Arrasate. Un leve agarrón en el área rojilla se convierte en un claro penalti para el árbitro, mientras que auténticas salvajadas en el área rival quedan sistemáticamente impunes.

En el caso de este partido, Hernández Hernández señaló penalti, pero es que en el colmo de la desesperación de la grada, fue llamado desde la sala del VAR para que comprobara la jugada. La conversación 8que esta sí ha hecho pública la Federación) no tien desperdicio. Le llama no para que vaya a valorar si fue o no fue penalti, sino para que expulse a Catena. Esta es la transcripoción de la conversación por el pinganillo. 

- Pulido Santana: "Vas a ver que el agarrón es claro. A posteriori verás que es una ocasión manifiesta de gol y que al ser el último hombre y ser un agarrón conllevaría tarjeta roja".

- Hernández Hernández: "Genial. Vale, el penalti está confirmado. Ahora dame una (toma) amplia para ver el dorsal. Está claro que se quedaba solo delante del portero con el balón, únicamente tiene que golpear para tirar a puerta, por lo tanto es ocasión manifiesta de gol. Cancelo la amarilla, mantengo el penalti y la pasamos a roja, perfecto".

Uno menos, 35 minutos por delante y la sensación de haber vuelto a ser pisoteados por el estamento arbitral de la Federación Española de Fútbol

Hay quien está pidiendo a gritos un comunicado oficial de protesta de Osasuna en las redes sociales, pero no podemos obviar que comportamientos y situaciones como las de este partido son recurrentes ya a lo largo de esta temporada. ¿Tendrá algo que ver la polémica de este pasado verano y el cruce de comunicados entre el club y la Federación por la exclusión de la UEFA para la disputa de la Conference League?

Por si acaso, Osasuna ha dejado claro en un tuit que al equipo, este miércoles le "cortaron las alas". Juzguen ustedes mismos. 


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