Osasuna cerró la temporada 2024-2025 con 2.058.747 euros de beneficio después de impuestos con la deuda neta bajando a los 60 millones, un 11 % menos que en diciembre de 2024 y un 3,3 % menos que en junio de 2024.
En el apartado de ingresos, a pesar de que lo aportado por la televisión ha sido ligeramente menor de lo presupuestado por la caída de un patrocinador chino de LaLiga, el club ha sido capaz de compensar esta merma con un incremento notable de los ingresos por comercialización y publicidad, que han rondado los 10 millones de euros, casi un 30 % más que la pasada temporada.
También ha sido mejor en 1 millón de euros el capítulo de otros ingresos de explotación y lo previsto en el apartado de venta de jugadores, según informa el club.
En las cuentas presentadas a la Asamblea General ya se incluyó lo obtenido por el traspaso de David García y los ingresos por formación de Mikel Merino. Sin embargo, el curso ha deparado algunas variables adicionales por Kike García, Nacho Vidal o Iker Benito, lo cual ha permitido incrementar estos ingresos en más de 1 millón de euros.
En lo referente a los gastos, también han sido superiores a lo presupuestado, especialmente en personal debido a algunas mejoras contractuales de jugadores clave, premios individuales y finiquitos. Las ventas de los jugadores citados permitieron disponer de un mayor límite salarial por lo que el gasto en personal deportivo fue de 3,3 millones más de lo previsto.
Eso, unido a un mayor gasto en amortizaciones (0,4) y en gastos financieros (0,3), ha podido ser compensado, parcialmente, por la reducción en 1,5 millones de los gastos operativos.
En cualquier caso, el beneficio, que en diciembre de 2024 era de 1,3 millones, ha cerrado la temporada finalmente en 2 millones. El informe de auditoría destaca que el resultado es producto “del beneficio obtenido por la venta de inmovilizado intangible (jugadores), complementado por una gestión eficiente de los costes”.
La deuda neta del club era de 60.406.486 euros a 30 de junio de 2025. Esto quiere decir que se redujo en 2 millones de euros, un 3,3%, durante la pasada temporada.
En diciembre de 2024 la deuda era de 66,8 millones, por lo que la reducción en la segunda mitad de la temporada ha sido de 6,4 millones de euros, tal y como se anticipó entonces. La mejora se produce a pesar de haber asumido un incremento de deuda de 4 millones de euros derivado de la compra, al Gobierno de Navarra, de más patrimonio en las instalaciones de Tajonar.
La fotografía de la deuda muestra ya una deuda bancaria de 2,8 millones, frente a los 6,1 que quedaban la temporada anterior. Es decir, el grueso de la deuda que tiene el club es con LaLiga dentro del Plan Impulso (CVC). Únicamente quedan 3 préstamos asociados a directivas anteriores por 2,7 millones de euros, 58.000 euros de un leasing por el cambio de videomarcadores en el estadio de El Sadar y 90.000 euros de Rights & Media.
Este último préstamo, que ya se terminó de liquidar en julio después de la auditoría, se solicitó para hacer frente a las consecuencias de la pandemia por importe de 12 millones.
En cuanto a los fondos recibidos por LaLiga en el Plan Impulso (CVC), a cierre de la auditoría quedaban por disponer 6,5 millones del total de 52 que le correspondieron al club. De ellos, 2 se dispusieron en julio para afrontar la compra de más terreno en Tajonar. Faltan 4,5 millones por recibir, que se irán disponiendo para las obras de ampliación de la Ciudad Deportiva.
En cuanto al presupuesto, el club prevé unos ingresos récord de 86,5 millones y unos gastos de 84,4 millones, por lo que el beneficio antes de impuestos previsto para la temporada 25-26 será de 2,1 millones. Las cuentas que se presentarán a la Asamblea ya recogen la venta de Jesús Areso al Athletic Club por 12 millones. La cifra de negocios del club alcanzará los 71,1 millones.
Los gastos serán similares a los de la pasada temporada con un incremento en los gastos operativos porque un mayor ingreso por TV implica mayores aportaciones al CSD, LaLiga, la RFEF y la AFE.