La semana rojilla ha resultado más movida de lo esperado con problemas de todo tipo que se van añadiendo a una temporada deportiva para olvidar. Hay que destacar las dificultades para que el vicepresidente Pedro Baile salga de la Junta por su crédito firmado del que no le liberan y el error en el contrato firmado por el portero Álvaro Fernández, internacional sub-19, que podría salir gratis del club.
Y eso que el martes 30 de mayo se presentaron oficialmente los dos nuevos directivos del club, Miguel Cuesta e Ignacio Yániz, de la cosecha propia de Luis Sabalza. De momento hasta el mes de octubre que es cuando habrá elecciones, pero a nadie sorprendería que se presentaran a las mismas porque ser directivos para solo cinco meses en un momento de transición se parece más a hacer un favor que a algo más serio.
No obstante, la noticia del martes fueron las declaraciones de Pedro Baile al salir del estadio. Sigue en la Junta, aunque le han descendido de vicepresidente a vocal, y es que no le han liberado del crédito firmado con Sabalza y Medrano para avalar el 15% del presupuesto con el que se presentaron en diciembre de 2014. De manera que sigue como directivo, pero sin estar. No quiso aparecer por la rueda de prensa y menos aún en la foto de grupo con los nuevos directivos. Ahora son siete, aunque en realidad son seis.
Hay que recordar que Pedro Baile hizo público hace dos semanas que no compartía la forma de trabajar del resto de la Junta y que deseaba salir de la misma. Les dio de plazo hasta el 30 de junio para que buscaran sustituto, un verdadero órdago, pero ahora nadie sabe cuando podrá salir oficialmente de la directiva.
Una vez superado el susto con estos temas de directivos, que parecen no tener fin, nos hemos visto sorprendidos por la posible salida del club gratis del portero Álvaro Fernández, internacional sub-19 con el filial rojillo.
Resulta que el club tuvo un error en la redacción del contrato del guardameta. Donde dice "si el jugador acepta", debía decir "y el jugador acepta" para prorrogar o no su contrato. De manera que el asunto podría llegar a los tribunales, ya que el jugador se agarra a su contrato y Osasuna no está dispuesto a dejarle marchar gratis.
Por el medio se supone que hay una jugosa oferta de otro club que el jugador quiere aprovechar y le parece poco tener ficha profesional en segunda división como le ofrece Osasuna.
Mientras tanto, el socio y aficionado mira perplejo el desarrollo de los acontecimientos como preguntándose cuál será el siguiente problema que Osasuna se va a encontrar. Y eso que la primera plantilla sigue sin entrenador dos semanas después de finalizar la liga.