PAMPLONA
Asirón se baja de la Capitalidad Cultural Europea 2031 y se justifica con "riesgos organizativos y económicos"
El Área de Cultura ha evaluado requisitos, plazos y costes, y ha contrastado información con otras experiencias.
El Área de Cultura ha evaluado requisitos, plazos y costes, y ha contrastado información con otras experiencias.
El Ayuntamiento de Pamplona, liderado por Joseba Asirón, ha descartado optar a la Capitalidad Cultural Europea 2031 tras analizar en los últimos meses si la ciudad estaba en condiciones de presentar candidatura. Tras comunicar la decisión, se ha aprobado una declaración en el pleno municipal este martes para pedir a las áreas correspondientes que busquen alternativas.
En ese trabajo interno, el Área de Cultura ha evaluado requisitos, plazos y costes, y ha contrastado información con otras experiencias. El Consistorio ha concluido que, pese a la fortaleza cultural de Pamplona, existen dificultades relevantes para dar el paso ahora.
En concreto, desde el consistorio han explicado que una representación municipal participó el 6 de marzo en una reunión con otras ciudades interesadas y con personal del Ministerio de Cultura. Ese encuentro sirvió para conocer de primera mano el alcance del proceso de designación y las exigencias que supone una candidatura.
Además, personal municipal ha mantenido un encuentro con el equipo responsable de San Sebastián 2016, que ha aportado una visión práctica sobre la complejidad organizativa y el esfuerzo económico necesario. También se ha revisado la propuesta que Pamplona elaboró en su momento con la ciudad polaca de Torun para optar a la capitalidad en 2016, junto al estudio de criterios de evaluación de la Unión Europea y experiencias recientes.
Con todo ese material, los informes han reconocido la base cultural sólida y diversa de la ciudad. Han destacado la red de agentes culturales, los equipamientos y eventos con proyección más allá del ámbito local, como los Sanfermines, la programación de Baluarte, la red Civivox, el Teatro Gayarre, la Ciudadela o el pabellón Navarra Arena, además de citas de relevancia estatal como los Premios Max.
Sin embargo, el análisis ha señalado obstáculos de peso. Por ejemplo, la necesidad de un consenso político amplio y sostenido, la falta de una estrategia cultural a largo plazo ya definida y la elevada inversión que exige un proceso de este nivel.
El estudio ha subrayado también que una candidatura requiere un fuerte impulso conjunto de varias administraciones y, en el caso de Navarra, el respaldo del Gobierno de Navarra, además de una estructura de gestión compleja y específica. Por eso, el Ayuntamiento ha entendido que presentarse a la Capitalidad Cultural Europea 2031 implicaría un camino largo, exigente y con riesgos organizativos y presupuestarios.
Aun así, el debate ha reforzado la idea de la cultura como ámbito estratégico para la ciudad. En 2026, el consistorio ha avanzado que seguirá trabajando para fortalecer el tejido cultural local, colaborar con agentes del territorio y desarrollar políticas culturales sostenibles a largo plazo, dentro del Plan de Cultura 2026 y el Plan de Estrategia Cultural.
La Comisión de Asuntos Ciudadanos del Consistorio pamplonés ha aprobado este martes una declaración en la que el Ayuntamiento "lamenta que Pamplona no presente su candidatura a la Capitalidad de la Cultura 2031" y se insta al equipo de gobierno a "buscar alternativas de posicionamiento internacional en materia cultural".
La declaración, propuesta por el PSN, ha obtenido el respaldo de EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin y los votos en contra de UPN y PP.
En un segundo punto, se insta al Ayuntamiento de Pamplona a elaborar, en el marco del Plan Estratégico Cultural de Pamplona, "un análisis de oportunidades y alternativas de proyección cultural internacional a la candidatura a Capital Europea de la Cultura".
En tercer lugar, se acuerda "impulsar la inclusión dentro del Plan Estratégico de programas que se apoyen en estructuras existentes como la Navarra Music Commission (NICDO), sectores profesionales y redes de creación musical y escénica, para la atracción de nuevos circuitos de conciertos, giras, festivales y eventos culturales de gran escala con carácter internacional".
En un cuarto epígrafe, se apuesta por "reconocer las experiencias positivas generadas por el Ayuntamiento en materia cultural, como la organización de los Premios Max y otros eventos de renombre, como ejemplos de que Pamplona puede convertirse en un punto de referencia cultural en España y en Europa".