En plena polémica por el aumento de la inseguridad en Pamplona, con focos de asentamientos ilegales en la ciudad que son fuente continua de delincuencia y problemas, como la Ikastola Jaso, Aranzadi, o el más tristemente famoso de Beloso, por la detención de cuatro magrebíes implicados en una presunta violación, el alcalde de Pamplona, de la mano de su concejal de Acción SOcial, Txema Mauleón, ha anunciado que ofrecerá pisos municipales a los inquilinos de los asentamientos cuando lleguen las olas de frío.
Así lo ha dado a conocer el Ayuntamiento de Pamplona, que ha anunciado que habilitará este invierno 25 viviendas municipales reformadas para acoger a personas sin hogar durante los meses de frío, incluidos los inquilinos de los asentamientos ilegales detectados en la ciudad. Estas viviendas “complementarán al albergue municipal”, que en la ola de frío pasará de 50 a 58 plazas disponibles.
Mauleón ha precisado que cuando el equipo de Gobierno liderado por Joseba Asirón (EH Bildu) llegó al Ayuntamiento “ya existían asentamientos ilegales y siguen existiendo”. Ha subrayado, no obstante, que “hemos duplicado los recursos para intentar prevenirlos y evitarlos” y que se ha reforzado “de manera significativa la seguridad en las zonas donde se producen”.
El concejal ha reconocido que se trata de un problema que “escapa a Pamplona” y que está vinculado a los flujos migratorios y el movimiento de población a nivel estatal. Por ello, ha abogado por “un pacto de Estado similar al que se alcanzó con los menores no acompañados”, que permita un reparto equilibrado y una atención homogénea entre comunidades autónomas.
A su juicio, “la mejor política para la integración social siempre es el empleo”, aunque la falta de permiso de trabajo de muchas de estas personas supone “un impedimento muy fuerte para su inclusión”. Por ello, ha defendido que “facilitar permisos de trabajo en un contexto de necesidad de mano de obra sería lo positivo”.
Mauleón ha insistido también en que “toda persona que comete un delito ha de ser penada siempre de la misma manera, independientemente de su origen”. Ha destacado que el compromiso del Ayuntamiento es “seguir trabajando” en políticas de inclusión y seguridad, aunque ha reconocido que “Pamplona tiene recursos limitados” y que el fenómeno debe abordarse “a nivel global”.
Sobre la situación de la antigua ikastola Jaso, ocupada desde hace meses, el concejal ha señalado que “seguimos esperando la resolución del juzgado para proceder al desalojo del edificio”. Una vez liberado, el Consistorio prevé intervenir en la zona y ha solicitado al Gobierno de Navarra y al Consorcio del TAV que valoren el derribo del inmueble, con el coste a cargo de la futura urbanización.
Mientras tanto, el Ayuntamiento mantiene “un refuerzo permanente de la seguridad en la zona con presencia de Policía Municipal” y sigue trasladando a los ocupantes a programas normalizados “siempre que hay plazas disponibles”. “Estamos actuando en dos frentes: la integración social y la seguridad ciudadana”, ha concluido Mauleón.
