El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, junto a sus socios de PSN, Geroa Bai y Contigo Navarra han acordado prohibir que se puedan dar más licencias de apartamentos turísticos en el ámbito del Casco Viejo. Este acuerdo, definido como una “modificación urbanística de carácter preventivo”, aseguran que "pretende salvaguardar el modelo residencial del barrio, defender su tejido comercial y favorecer un modelo de turismo sostenible".
Como se recordará, el pasado mes de junio varios apartamento turísticos sufrieron unos actos vandálicos que el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón se negó a condenar, y que conmocionaron al sector turístico. Concretamente, los delincuentes sabotearon las cerraduras de tipo candado, utilizadas para hacer el 'check in'. Las cajas aparecieron llenas de silicona y pegamento impidiendo a los clientes que tenían reservas acceder a los alojamientos.
Este acuerdo al que han llegado Asirón y sus socios se sustenta en la convicción de que el Ayuntamiento debe anticiparse al problema de que la proliferación de pisos turísticos que sustituyen a viviendas permanentes “puede generar la expulsión de la población” del barrio.
En la actualidad existen en el Casco Viejo 186 de estos alojamientos, lo que supone el 2,8% de las más de 6.600 viviendas de esta zona de Pamplona, y defienden que en sólo 5 años han abierto 90 y existen 21 nuevas solicitudes.
Según dicen se busca “minimizar el impacto urbano que puede derivarse de esta actividad económica, singularmente en el mercado inmobiliario local, evitando, a través del planeamiento urbanístico, situaciones como las que vienen sucediendo en otras ciudades”. Así, se citan “el encarecimiento de los precios de la vivienda, tanto en venta como en alquiler, el agravamiento de las dificultades que viene atravesando el sector del comercio tradicional y de proximidad, así como a la pérdida de la identidad de los cascos históricos”.
No mencionan ni Asirón ni sus socios la pérdida de potencialidad turística y por lo tanto la cantidad de dinero que podría llegar a Pamplona y que no lo hará si la oferta no es suficiente o no es asequible a diferentes niveles económicos.
De esta forma, el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Antiguo de Pamplona recogerá una modificación en la que “se considerará uso prohibido” que un piso residencial se destine a alojamiento turístico.
Asimismo, se prohibirá el alquiler de habitaciones con fines turísticos y propondrá que se incrementen los controles para evitar esta actividad fuera del marco regulatorio. Así, se exigirá que las viviendas, apartamentos y alojamientos turísticos que ya están en funcionamiento “cumplan simultáneamente los requisitos de estar inscritos en el Registro de Turismo del Gobierno de Navarra y contar con licencia de apertura o de uso”,
Este lunes se aprobará en la Junta de Gobierno Local el documento en el que se basa el acuerdo, una propuesta elaborada por el servicio de Planeamiento de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona y se espera que se apruebe en Pleno antes de que finalice el año.
