La Rochapea ha vivido nuevos altercados entre abertzales y policías este jueves con motivo del desalojo del gaztetxe, que se lleva a cabo por orden judicial. La Policía Nacional ha detenido a seis personas e identificado a otras 40 en los incidentes, en los que han resultado heridos leves tres agentes del cuerpo policial, según han informado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra.
La policía ha cargado contra manifestantes violentos que han provocado disturbios, con lanzamiento de botellas y objetos pirotécnicos y de humo. Además, han volcado varios contenedores mientras lanzaban proclamas en contra del desalojo y la policía.
Alrededor de 200 abertzales han provocado disturbios en la Rochapea después de que desalojasen el gaztetxe, que ocupaba ilegalmente una nave. Puedes leer la noticia completa aquí.
Agentes de la Policía Nacional y Policía Municipal de Pamplona han entrado a primera hora de la mañana de este jueves en el gaztetxe de la Rochapea para desalojar el edificio ocupado, que se encuentra en el número 30 de la calle Artica, junto al edificio Iwer.
Desde aproximadamente las 8.30 horas de la mañana, 200 jóvenes abertzales se han concentrado y manifestado contra el desalojo de este gaztetxe. En los primeros instantes se ha producido una pequeña discusión entre manifestantes y policías por el lugar autorizado para realizar la concentración, aunque finalmente los abertzales se han desplazado al sitio autorizado.
Tras los primeros instantes, el ambiente se ha caldeado y los abertzales han ido avanzando hacia los puestos de policiales lanzando petardos, mientras los agentes han sacado porras y escopetas de pelotas de goma pero sin llegar a hacer uso de ellas. Sobre las 9.20 horas, los agentes policiales han comenzado el desalojo del gaztetxe, por lo que la tensión ha ido acrecentado hasta que a las 9.40 horas la Policía Nacional ha cargado disolviendo a los violentos manifestantes y quedando la situación en calma mientras se termina el desalojo dentro de la nave.
El edificio fue ocupado en el año 2016 y una sentencia judicial ordenó su desalojo al constatar que existía "un allanamiento", "es decir, una situación de hecho que implica la utilización gratuita de un bien ajeno, cuya posesión jurídica no corresponde, aunque la persona se halle en la tenencia material del mismo". Antes de proceder al inicio del derribo de la nave, se ha supervisado el interior del recinto que se encontraba totalmente vacío, sin personas en su interior.
