PAMPLONA
El barrio de Pamplona que restringe desde este lunes el tráfico privado: afectará a más de 11.000 coches
Solo podrán acceder ambulancias, transporte público y vehículos autorizados.

El Ayuntamiento de Pamplona ha activado este lunes un nuevo sistema de regulación del tráfico en el entorno hospitalario del barrio de Ermitagaña-Mendebaldea, que implicará el cierre permanente al tráfico convencional de un tramo de la calle Irunlarrea.
La restricción afecta al vial comprendido entre las rotondas de la avenida de Barañáin y Boticario Viñaburu, donde ya solo se permite el paso a vehículos de emergencia, transporte público, peatones, bicicletas y vehículos de movilidad personal. El tráfico de vehículos a motor privados queda limitado a lo estrictamente imprescindible.
Este nuevo modelo de control se enmarca en la creación de la Zona de Acceso Controlado (ZAC Irunlarrea), en la que tres cámaras de vigilancia supervisarán el tránsito mediante el reconocimiento de matrículas autorizadas. Para la ciudadanía en general, solo se permite el acceso puntual a Urgencias de Maternidad y Pediatría del hospital Virgen del Camino, con un tiempo máximo de 30 minutos.
Según ha explicado el consistorio, la medida busca eliminar el tráfico de paso ajeno al ámbito sanitario, ya que actualmente esta vía soporta más de 11.000 vehículos diarios entre ambos sentidos.
La decisión se ha basado en los informes del Grupo Técnico de Movilidad, el Equipo de Atestados de la Policía Municipal de Pamplona y el comisario de Tráfico.
Con esta actuación, el Ayuntamiento pretende mejorar los accesos de ambulancias y otros servicios asistenciales, así como crear un entorno hospitalario más seguro para peatones, reducir la contaminación y minimizar el ruido para las personas ingresadas.
Los aparcamientos de la zona seguirán siendo accesibles desde los viales que conectan con las rotondas que delimitan el tramo cerrado. Sin embargo, se prevé un aumento de tráfico en otras zonas, especialmente en los cruces de la avenida de Navarra con Pío XII y avenida de Barañáin, donde se instalarán nuevos semáforos para regular el flujo.
Además, esta reordenación coincide con el inicio de las obras, tras los Sanfermines, de conexión entre los carriles bici de la avenida de Pío XII y de la avenida de Barañáin. El nuevo tramo, de unos 600 metros, estará terminado antes de fin de año, según las previsiones municipales.