Otra de las opciones que baraja es separar también la dirección del colegio y crear una dirección alternativa en euskera
El consejero de Educación, José Luis Mendoza, no se ha decantado todavía por ninguna solución respecto al colegio San Miguel de Noain a pesar de que tan sólo el 15% de los padres han pedido la segregación del centro con la construcción de un nuevo edificio. Concretamente, son unos 80 padres y madres de las 530 familias que llevan a sus hijos al centro educativo. Estos padres suponen “más del 90%” de los que educan a sus hijos en el modelo D, pero es una minoría respecto al total de padres. De hecho, 451 padres, el resto de los que acuden a dicho centro, firmaron un documento pidiendo la unidad del centro.
Esta opción, tal y como avanzó ayer, resulta muy difícil ya que el dinero del departamento destinado a obras en los centros se ha tenido que utilizar para otros lugares que requerían más urgencia.
Así que otra opción que se baraja es que la división se haga en el mismo edificio actual. Una parte para los alumnos del modelo D y el resto para los modelos A y G. En este caso, se baraja la posibilidad de crear una dirección alternativa para los alumnos en euskera, por lo que se segregaría la directiva del centro ya que la actual se ha mostrado contraria a la división del centro.
Pero lo llamativo es que ha tenido que ser la portavoz de Geroa Bai en la comisión de Educación, María Solana, quien la ha hecho pública al preguntarle al consejero si es cierta. José Luis Mendoza, en su turno de intervención, ni tan siquiera ha respondido a Solana. Ha ocupado su tiempo en criticar a otros portavoces.
En cualquier caso, la decisión final tardará en tomarse ya que vista la división que hay entre los padres y entre los propios profesores del centro, “la intención es conocer exhaustivamente todos los detalles” y mantener las reuniones con el fin de “dar una opción que satisfaga a la mayoría de la comunidad educativa y que sea lo más eficaz para el currículum escolar”, ha concluido el consejero de Educación.
