Santos Cerdán ha acudido este lunes al Juzgado de Primera Instancia de Tafalla para cumplir la comparecencia quincenal impuesta por el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, en una mañana marcada por los gritos de “corrupto” y “sinvergüenza” a su llegada.
El exsecretario de Organización del PSOE ha llegado en coche a las 9:16 horas para firmar por segunda vez desde su salida de prisión. En esta ocasión, además de numerosos medios de comunicación, también le ha esperado una decena de personas en el exterior del juzgado.
La escena ha sido más tensa que hace quince días. Entre la expectación de vecinos y periodistas, varias personas le han gritado “corrupto” y “sinvergüenza”, mientras el exdirigente socialista entraba y salía del edificio para cumplir el trámite.
A la salida, los periodistas han intentado preguntarle por las últimas investigaciones de la UCO y por su comparecencia en el Senado esta semana. También le han planteado si sabía algo de “los amaños de la SEPI”, pero Santos Cerdán no ha respondido.
El exdirigente socialista se ha subido al coche que le esperaba a la puerta del juzgado. Allí ha pedido con enfado que le dejaran cerrar la puerta del vehículo y, en medio del intento de los medios por obtener declaraciones, el coche ha arrancado, lo que ha provocado algún golpe a trabajadores de la prensa. Tras un “no me dejan cerrar la puerta”, la ha cerrado y ha salido en coche de Tafalla.
Santos Cerdán reside en Milagro, su localidad natal, desde que el 19 de noviembre salió de la cárcel de Soto del Real (Madrid). El juez Leopoldo Puente decretó su puesta en libertad al considerar “seriamente mitigado” el riesgo de destrucción de pruebas, pese a que se han ampliado los indicios contra él.
El auto le impone como medidas cautelares comparecencias quincenales en el juzgado y la prohibición de salida del territorio nacional, con retirada del pasaporte.