El PSOE de Navarra ha urgido hoy en el Parlamento a desterrar del debate político los discursos de odio; y lo ha hecho apenas una hora después de que el portavoz parlamentario del grupo, Ramón Alzórriz, insultara gravemente al principal partido de la oposición "cobarde" y "mediocre".
En un ejercicio de cinismo absoluto, la portavoz socialista ha hablado de "la degradación que suponen para la democracia" y de lo “extremadamente preocupante" que es "intentar provocar todo tipo de extremismo, intolerancia, polarización y crispación social”.
En un desempeño cargado de desfachatez, descaro y desvergüenza, ha interpelado a “frenar el insulto” y ha precisado que “hacer frente al discurso del odio no significa limitar la libertad de expresión, ni prohibir su ejercicio, sino impedir que este tipo de discurso degenere en algo más peligroso como la discriminación, la hostilidad y la violencia”, es decir, justo lo que promueven actitudes como la de Alzórriz cuando insulta a UPN.
