El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha afirmado que ver la moción de censura en Pamplona como "una especie de cesión a no se sabe qué" es una "marcianada para cualquier persona sensata que viva en el País Vasco o en Navarra". "Lo que ocurre es que esto sigue teniendo su público en determinados espectros de la derecha sociológica española y esto es un problema", ha apuntado.
En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, ha añadido que "yo he visto con cierto espanto cómo se ha vuelto a situar el acuerdo en Navarra, en el Ayuntamiento de Pamplona, en términos de que se vuelve a entregar el Ayuntamiento de Pamplona a ETA".
"Para cualquier persona que conozca un poco la realidad política vasca o navarra sabe que eso es un absoluto disparate y que el hecho de que EH Bildu se haya incorporado a la normalidad de gestión institucional es un gran éxito de la democracia", ha añadido.
También se ha pronunciado sobre la situación en el País Vasco. En relación al balance de los mandatos de Urkullu que ya no volverá a ser el candidato del PNV a lehendakari, Sordo ha indicado que han sido 12 años "verdaderamente complejos" y ha recordado que en tres lustros se han vivido "dos o tres crisis sin precedentes".
Por lo tanto, ha asegurado que han sido unos años de gestión "terriblemente compleja", donde el País Vasco "ha tenido sus fortalezas" y ha indicado que sigue siendo una economía con mayor base industrial en comparación con otras del Estado, lo que genera "muchas buenas consecuencias" en términos de salarios y de estabilidad del empleo.
No obstante, ha asegurado que también hay "algunas sombras fuertes" porque es "evidente" el "proceso de deterioro paulatino" de los servicios públicos vinculados también al envejecimiento de la población vasca. "Y lo que se consideraba un poco la joya de la corona está demostrando que también tiene sus grietas y que no somos una isla en ese en ese terreno", ha añadido.
Por tanto, cree que en el País Vasco "hay que recomponer de alguna manera" el contrato social teniendo en cuenta que la vasca es una sociedad "particularmente envejecida" y donde "todo lo que tiene que ver con la atención sanitaria, sociosanitaria, de atención a los cuidados y a la dependencia, es manifiestamente mejorable".
Sordo, que no ha querido pronunciarse sobre si le daría un aprobado o un suspenso a Urkullu, ha afirmado que "la gestión está ahí con sus pros y sus contras" y cree que el País Vasco "no es ejemplo de desparrame público que es otras partes del Estado", pero, en general, su modelo social "se ha visto lastrado, tiene sus problemas, sus inadecuaciones". "Pero dista mucho de ser unas políticas sociópatas como en algunos lugares se están viendo", ha añadido.
Cuestionado por si le parece interesante que pueda existir una alternativa de Gobierno netamente de izquierdas en País Vasco, ha asegurado que sería una opción que sería "una señal inequívoca de la normalización definitiva de este país".
"Lo que ocurre es que los protagonistas están diciendo que eso no se va a dar en el corto plazo, y yo creo que no se va a dar en el corto plazo, sino porque los partidos dicen que ese escenario no es previsible", ha afirmado en referencia a EH Bildu, PSE-EE y el "entorno de Sumar".
En todo caso, ha insistido en que no le parece que ese escenario sea previsible "en el corto o en el medio plazo porque así lo dicen varios de sus protagonistas" pero "evidentemente antes o después esa posibilidad también en el País Vasco se va a abrir paso".
Por otra parte, ante la denuncia del PNV en las anteriores elecciones municipales de determinados intereses en algunas de las huelgas convocadas en el País Vasco, Sordo ha asegurado que CCOO "no convoca huelgas con una intencionalidad político partidista que tenga unos efectos electorales", sino que lo hacen cuando consideran que se están "deteriorando" las condiciones laborales o las condiciones de la prestación de los servicios públicos.
"Y, por tanto, como sindicato sociopolítico y comprometido con esos servicios públicos se vincula a determinadas movilizaciones y creo que nadie, el Gobierno vasco en este caso, no debiera enfatizar ese tipo de conclusiones que son precipitadas y que desde luego en el caso de CCOO son erróneas, Nosotros no convocamos una huelga porque queramos debilitar la posición electoral de los partidos del gobierno. No es nuestra misión, no es nuestro cometido", ha señalado.
Unai Sordo ha manifestado que, cuando los partidos tienen "que ir a elecciones" suelen ser "más sensibles a las reivindicaciones populares o a laborales" y ha añadido que, por esa regla de tres", no podrían convocar huelgas nuevas porque "hay elecciones siempre prácticamente". Ha insistido en que no es la intención del sindicato "irrumpir en la disputa partidista o partidaria"
Respecto a las relaciones con ELA y LAB, ha afirmado que el problema con ELA "no es menor", sino que reside en que "hay una discrepancia de fondo en el modelo sindical, en el papel de los ámbitos de convenio colectivo sectorial o en el papel que tiene que jugar el diálogo y la concertación social". Ello, según ha apuntado, "no quita para que se busquen espacios de unidad sindical en algunas empresas o sectores".
PROTESTA EN FERRAZ
Por otra parte, ante la protesta de Nochevieja ante Ferraz en la que se colgó y se apaleó a un muñeco con la cara de Pedro Sánchez, Sordo ha afirmado que "no son nuevas" porque, "desde un tiempo a esta parte, ha habido, sobre todo, en Madrid "expresiones de intolerancia política, incluso de violencia política metafórica, muy inquietantes", que, a su juicio, "tienen que ver con una determinada contextualización que se ha dado en los últimos años".
El dirigente de CCOO ha indicado que ya en la anterior legislatura se instaló el discurso de que se estaba ante un "gobierno ilegítimo", lo que ha provocado "una reacción bastante visceral en una parte de la derecha sociológica española".
Además, ha manifestado que, además, hay otra derivada que es internacional porque este tipo de movimientos reaccionarios, neofascistas tampoco son exclusivos de España".
"Es decir, hay una especie de internacional reaccionaria que, por decirlo de alguna manera, ha salido del armario y es capaz de sacar en la calle mensajes que no hace tanto tiempo parecían impensables en sociedades modernas, en sociedades contemporáneas", ha asegurado. A su juicio, es algo que tiene que "preocupar" por esta "irrupción de estos populismos de extrema derecha", que "incluso han alcanzado el poder en algunos países".
"Y está claro que las otras derechas, las llamadas las fuerzas del centro derecha, no han evaluado bien todavía cómo enfrentarse a estos movimientos si es que se quieren enfrentar porque en Europa se está empezando a abrir la idea de que los pactos de gobernabilidad futura en Europa tienen que ir por ahí, por dar cabida y normalización a estas fuerzas neonacionalistas de extrema derecha que están desplegando en muchos países y creo que es muy preocupante porque es un riesgo -me atrevería a decir- civilizatorio", ha añadido.
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