Sortu, el principal partido de la coalición EH-Bildu y principal socio presupuestario de María Chivite en Navarra y de Pedro Sánchez en Madrid, ha anunciado la celebración de un gran acto en Pamplona con motivo del 50 aniversario de la ejecución de los etarras Juan Paredes Manot, ‘Txiki’, y Ángel Otaegi, en 1975. La cita tendrá lugar este sábado 27 de septiembre en el pabellón Anaitasuna, donde Sortu pretende reunir a miles de personas para ensalzar lo que consideran “la lucha por la liberación de Euskal Herria”.
Sortu lo enmarca dentro de una reinterpretación de la memoria de aquellos años. En su nota de prensa, el partido abertzale llega a afirmar que los fusilamientos de Txiki y Otaegi buscaban “ahogar la sed de libertad” y que su recuerdo permite “reafirmar hacia dónde vamos”. Con este discurso, la izquierda abertzale vuelve a presentar a dos miembros de ETA como referentes de una supuesta “resistencia”, obviando que fueron condenados por su pertenencia a una organización terrorista responsable de decenas de asesinatos.
Frente a este planteamiento, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) han reclamado a la izquierda abertzale que ponga fin a lo que consideran una “exaltación pública” del terrorismo. Covite ha sido contundente al subrayar que “ni Txiki, ni Otaegi, ni los tres ejecutados del FRAP fueron luchadores por la libertad, ni héroes, ni mártires, sino personas que formaron parte de organizaciones terroristas y que cometieron delitos de sangre”.
Las víctimas han recordado que, si bien la dictadura franquista también ejerció violencia represiva, “ninguno de ellos merece homenajes públicos”. Para Covite, la insistencia de Sortu en conmemorarles no responde a un recuerdo histórico, sino a la voluntad política de “legitimar retrospectivamente a ETA como organización de resistencia contra el franquismo”, algo que califican de “rotundamente falso”. “La mayoría de los crímenes de ETA fueron cometidos en democracia, lo que revela su verdadera naturaleza totalitaria”, remarcan.
Covite advierte además de que esta conmemoración se enmarca en el Gudari Eguna, jornada en la que históricamente la izquierda abertzale ha extendido los homenajes a todos los miembros de la organización terrorista. Por ello, consideran que este “mega acto” en Anaitasuna es una muestra más de que las palabras de la izquierda abertzale sobre paz y convivencia “no se traducen en hechos, y, por tanto, no son más que retórica vacía y puro cinismo”.
En pleno debate sobre la memoria democrática y con el apoyo parlamentario de Sortu a la presidenta socialista María Chivite, la convocatoria supone un nuevo desafío político en Navarra. La exaltación pública de miembros de ETA no solo hiere a las víctimas, sino que confronta con la promesa de la izquierda abertzale de haber cerrado definitivamente la etapa del terrorismo.
