Por primera vez desde 1941 cuando Jokintxo Ilundáin y José Mª Pérez de Salazar convirtieron en oficial el cohete iniciador de los Sanfermines, este 6 de julio no comenzarán las fiestas de Pamplona a las 12 horas.
Tampoco lo hará en ningún otro momento, porque la suspensión de San Fermín es completa y total y habrá que esperar hasta 2021 para conocer quién tendrá el honor de disparar el Chupinazo de los Sanfermines más esperados.
Este lunes en Pamplona no habrá nervios en los almuerzos, ni pañuelicos alzados al aire a la espera de que el reloj del Ayuntamiento marque el mediodía. Posiblemente no haya momento de más nervios y tensión, todo ello conjugando con una felicidad extrema para los pamploneses que ese momento exacto.
Hemos querido recordar 4 chupinazos de los últimos 40 años con los auténticos protagonistas, las personas que salieron al balcón para lanzar los gritos de ¡viva San Fermín, gora San Fermín! y que tuvieron el privilegio de prender la mecha del inicio de los Sanfermines.
Elisa Chacartegui (1981), José Javier Echeverría (1995), César Palacios (2000) y Roberto Jiménez (2002) relatan a continuación cómo vivieron la designación para lanzar el Chupinazo y cómo fueron esos momentos únicos, que no se podrán vivir en 2020.
ELISA CHACARTEGUI (1981)
Elisa Chacartegui, concejal de UCD y miembro de la Comisión de Fiestas, ha pasado a la historia de los Sanfermines como la primera mujer encargada de lanzar el Chupinazo en 1981.
También fue una de las primeras concejalas que formaron parte de una corporación del Ayuntamiento de Pamplona y cuya labor fue reconocida en 2018 con el Premio FESTA-Los de Bronce 2018 por su contribución a la visibilidad de las mujeres durante las fiestas de San Fermín.
“La noticia de que iba a lanzar el chupinazo la recibí por parte del alcalde de aquel momento, Julián Balduz, cuando estaba en una entrevista en la radio con otras cuatro compañeras. Tuve sentimientos de agradecimiento, sobre todo”, cuenta Chacartegui casi 40 años después.
Por entonces, el Ayuntamiento contaba tan solo con cinco mujeres entre sus filas y hasta ese momento no había habido ninguna otra: “Tirar el cohete siendo mujer y siendo la primera me produce un sentimiento de orgullo, es mi anécdota para toda la vida, ahora que ya han pasado tantísimos años”.
Chacartegui define la noche anterior como una noche llena de nervios en la que “deseaba que llegara el día siguiente y fuera la hora de lanzar el cohete”.
Tanto los momentos previos, como los posteriores estuvo muy nerviosa: “Fueron muy bonitos. Es algo muy especial y los recuerdos que tengo son inmejorables, de los mejores de mi vida”.
“Es muy difícil expresarlo con palabras porque son sensaciones tan fuertes… Sobre todo si somos de aquí, y lo sentimos como algo de aquí. Alguien de fuera puede pensar que es una tontería, pero no lo es, es muy gratificante”, aclara Chacartegui.
Respecto a la pregunta de si lo volvería a lanzar, la exconcejal lo tiene muy claro: “Todas las veces que hiciera falta. Fue muy bonito sobre todo porque eran unos Sanfermines muy importantes para todos los que estábamos en el Ayuntamiento después de lo que pasó en el año 78. Había que volver a hacer las fiestas por lo que todo se sentía con mucha fuerza”.
Entre risas recuerda una anécdota que le ocurrió nada más llegar al Consistorio: “Me hice un traje muy bonito para tirar el cohete. Era de hilo blanco, bordado con flores y parecía de esos manteles de antes. Un concejal del ayuntamiento me preguntó si iba vestida de mantel”, comenta alegre.
Este año el Ayuntamiento de Pamplona ha tomado la decisión, en consenso con todos los grupos municipales, de suspender las fiestas: “Es algo terrible, pero lo que está pasando es muy duro y muy grave. Lo mejor sería que la gente tuviera mucho cuidado esos días para evitar que volvamos a estar encerrados en casa”.
A pesar de ello, Chacartegui no pierde la ilusión: “Tengo la esperanza de que vengan otros Sanfermines maravillosos, cuando sea”.
JOSÉ JAVIER ECHEVERRÍA (1995)
José Javier Echeverría lanzó el chupinazo en 1995, el año en el que falleció Matthew Peter Tassio, el primer extranjero muerto en el encierro. Por entonces, Echeverría era portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Pamplona, sin embargo su caso fue especial: “No estaba previsto que yo lanzara el cohete aquel año. En aquella época lo tiraba un concejal de cada grupo municipal de mayor a menor. En Pamplona éramos cinco y yo era el quinto, y como solo había cuatro 6 de julio en esa legislatura en teoría yo no lo tenía que tirar”.
Sin embargo, en función de cuándo se resolvieran una serie de recursos, el Ayuntamiento se constituiría antes o después del 6 de julio: “Cuando se resolvió el último recurso se decidió que el día 7 entraría el nuevo Ayuntamiento. En ese momento fue cuando Santiago Cervera me dijo que lo tiraría yo. Aluciné, estaba muy contento y muy asustado”.
Echeverría es un sanferminero empedernido desde que tiene uso de razón: “Tuve muchos nervios la noche anterior, pero desde que tengo memoria siempre me ha costado dormirme esa noche, así que básicamente los nervios de casi todos los 5 de julio”, afirma.
“El momento previo es una locura. Tienes que atender a todos los medios de comunicación. En mi caso, una televisión japonesa me pidió que bajara a la plaza, hicieron una especie de cordón y contesté a las preguntas en una esquina del Ayuntamiento. Estás en una inercia en la que pasa todo muy deprisa”, describe Echeverría.
A pesar de haber tenido una noche movida, en el momento del Chupinazo se sintió tranquilo: “No tuve sensación de nervios ni de angustia, pero luego viendo las imágenes se notaba que estaba como un flan”.
Hubo dos anécdotas de ese momento que marcaron a Echeverría: “Me dan mucho miedo los cohetes. El responsable de la Pirotecnia Zaragozana tenía una mecha para encenderlo y me la dio. Vi que el cohete no salía y el palo se empezaba a quemar, pensé que iba a explotar en medio de balcón y me eché para atrás, pero al final salió todo bien”.
“También me salió un gallo terrible. Cuando lo ensayaba no era capaz de decir la frase gritando, la repetía muchas veces, pero no era capaz de gritarla. Pero ese día grité tanto que me salió un gallo espectacular”, afirma mientras se ríe.
Cree firmemente que volver a vivirlo no estaría bien por su parte: “Es algo tan especial que plantearse repetirlo sería egoísta. Seguramente tirarlo otra vez no sería lo mismo y estaría quitándole a alguien la oportunidad de que lo pueda tirar. No porque no me apetezca sino porque me parece que sería injusto”.
Respecto a la suspensión de las fiestas tiene algo muy claro: “Yo sería mucho más radical, no lo dejaría a la buena fe de la gente, mandaría a todo el mundo a casa, pasaría Pamplona a la fase 0 durante esos días, y después ya comenzaría de nuevo la desescalada. Durante la pandemia he sido muy cuadriculado, en mi entorno familiar hay mucha gente de riesgo y he sido muy crítico con toda la gente que ha incumplido las normas y nos ha puesto en riesgo a todos. No tiene sentido ponernos en riesgo por unas fiestas”, denuncia Echeverría.
CÉSAR PALACIOS (2000)
El nuevo siglo trajo consigo el ascenso de Osasuna a Primera División tras su partido contra el Recreativo de Huelva. César Palacios tuvo aquel año el privilegio de ser la primera persona que lanzaba el Chupinazo sin ser corporativo municipal, a excepción del ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, en 1964.
“Con los años te das cuenta de la suerte que has tenido. En mi caso, por las circunstancias de ser capitán de Osasuna, pude representar a Pamplona, a Osasuna y a San Fermín”, confiesa Palacios.
El excapitán del equipo rojillo no encuentra las palabras adecuadas para describir todo lo que vivió aquel 6 de julio del año 2000 con tan solo 25 años: “Es muy difícil de explicar porque aunque te lo imagines creo que ha sido la única vez en mi vida que, cuando abrieron las puertas del balcón, sentí sensación de bloqueo, la emoción era tal que no sabía ni si iba a poder hablar”.
Los momentos previos fueron para Palacios unos instantes de “felicidad máxima”, los considera como “la máxima emoción” que ha tenido en su vida.
Palacios descansó “regular” esa noche, se levantó a las siete de la mañana para ir a correr y aliviar así la adrenalina y la tensión que no le permitieron dormir bien: “El día anterior intentas disfrutarlo, estar concentrado para hacerlo bien, porque quieres vivirlo pero representas a Pamplona y quieres hacerlo lo mejor posible”.
“Yo lo defino como mi Champions particular. La felicidad de lo que viví puede ser comparable a ganar una Champions”, declara Palacios.
El actual director deportivo del Numancia tiene claro que volvería a lanzarlo; sin embargo, también considera que ya ha tenido esa sensación una vez y que, por lo tanto, no sería ético por su parte: “Yo con una vez ya lo tengo cubierto y creo que no sería merecedor de lanzarlo otra vez. Aunque sé que no voy a volver a tener esa sensación de felicidad máxima, de sentimientos a flor de piel”.
Algo que le marcó ese día fue el conocer a uno de sus ídolos: “Lo que más ilusión me hizo fue que pude compartir el Chupinazo y conocer a Induráin. Para mí era mi ídolo, y fue muy especial tener la suerte de conocerlo, ver la persona que era y que me firmara el pañuelo con el que tiré el cohete”.
Por último, respecto a la suspensión de los Sanfermines, Palacios considera que es una pena teniendo en cuenta que el día 6 a las 12 siempre ha sido especial para él. Sin embargo, lanza un mensaje de responsabilidad a los ciudadanos: “Espero que seamos conscientes de lo que nos estamos jugando. La gente tiene que ser sensata, a todos nos gustaría vivir las fiestas pero habrá que hacerlo desde otra perspectiva”.
2002. ROBERTO JIMÉNEZ
Siendo concejal del PSN-PSOE, Roberto Jiménez fue el encargado de lanzar el Chupinazo en el año 2002: “Sentimentalmente lo recibí con muchísima alegría, sobre todo. Son unos momentos en los que experimentas unos sentimientos únicos. No hay una palabra que lo describa, es un sentimiento especial”.
“Los momentos previos los pasé con un grado de nerviosismo importante y con un cierto grado de tensión porque era un año complicado en lo político. Había sospechas de que podía haber un boicot que luego no hubo. Por un lado emoción y por otro lado tensión”, cuenta Jiménez.
Probablemente a diferencia de la mayoría de los pamploneses, Jiménez afirma que la noche anterior durmió sin problemas: “El día anterior fui a un funeral en Pitillas, esa misma noche saliendo del funeral hubo un incendio en el monte y fui hasta ahí y a la 1 de la mañana me fui a dormir. Dormí bien, sin nervios”.
El exvicepresidente del Gobierno de Navarra y abogado destaca que hubo algo que llamó mucho su atención: “Justo antes de salir al balcón, al mirar abajo, vi todas las caras. Yo pensaba que lo lógico sería ver una masa deforme cantando y brincando, pero se podía identificar todo”.
Jiménez no volvería a repetir ese momento porque es algo que cree que se hace solamente una vez en la vida: “Hay muchísima gente que se lo merece, es una emoción única y un momento único y como tal tiene que quedar”.
“Cuando se comunicó la suspensión de San Fermín creo que no nos cogió a nadie por sorpresa. No he pensado cómo lo voy a vivir este año, pero ¿cómo no te vas acordar el día 6 de que es el chupinazo? ¿Cómo no te vas a acordar el día 7 de que es el día de nuestro patrón, la procesión, el santo por nuestras calles, con los momenticos, con las jotas? Como pamplonica y como navarro lo viviré con una gran pena, pero también siendo consciente de que es lo que hay que hacer y ya habrá otros años que lo podamos volver a disfrutar”, recalca Jiménez.
LANZADORES DEL CHUPINAZO DESDE 1941
1941/1942: Joaquín Ilundain
1943/1944: Jaime del Burgo
1945/1946: Miguel Troncoso
1947/1948: Joaquín Ilundain
1949/1950/1951: José Mª Martinicorena
1952/1953/1954: Nicolás Ibarra
1955/1956/1957: Adrián Endériz
1958/1959: César Fonseca
1960/1961/1962/1963: Juan Miguel Arrieta
1964: Manuel Fraga
1965/1966: Lorenzo Martirinorena
1967/1968/1969/1970: Agustín Latorre
1971: Joaquín Rouzaut
1972: Joaquín Sáenz
1973: Manuel Huici
1974: Joaquín Rouzaut
1975: Francisco Javier Iraburu
1976/1977: Joaquín Sáez
1978: Juan Frommnekcht
1979: Juan Manuel Pérez Balda (PSN-PSOE)
1980: Benicio Aguerrea (UPN)
1981: Elisa Chacartegui (UCD)
1982: Patxi Zabaleta (HB)
1983: Marisol Elizari (PSN-PSOE)
1984: Juan Cruz Alli (UPN)
1985: Iñaki Beortegui (HB)
1986: Joaquín Salanueva (AP)
1987: José Javier Gortari (UPN)
1988: Javier Iturbe (PSN-PSOE)
1989: Elías Antón (HB)
1990: Elena Modrego (CDS)
1991: Alfredo Jaime Irujo (UPN)
1992: Joaquín Pascal (PSN-PSOE)
1993: Mariné Pueyo (HB)
1994: Javier Ayesa Dianda (EA)
1995: José Javier Etxeberria (IU)
1996: Javier Igal (UPN)
1997: Javier Chourraut Burguete (CDN)
1998: Concha Fernández de Pinedo (PSN-PSOE)
1999: Yolanda Barcina Angulo (UPN)
2000: César Palacios, capitán del C.A. Osasuna
2001: Fermín Tajadura, presidente del Portland San Antonio Balonmano
2002: Roberto Jiménez Alli (PSN-PSOE)
2003: Juan Luis Sánchez de Muniáin (UPN)
2004: Jorge Mori Igoa (PSN-PSOE)
2005: Idoia Saralegui (IU)
2006: Javier Eskubi (Aralar)
2007: Yolanda Barcina Angulo (UPN)
2008: Uxue Barkos Berruezo (NaBai)
2009: Maite Esporrín Lasheras (PSN-PSOE)
2010: Mari Ganuza, presidente de la Comparsa de Gigantes
2011: Enrique Maya (UPN)
2012: Iñaki Cabasés, (NaBai)
2013: Eduardo Vall, (PSN-PSOE)
2014: Mikel Martinez, presidente de la Cruz Roja de Pamplona
2015: Javier Aranegui, como representante del Orfeón Pamplonés, y Chantal Estrada (nieta de Honorio Arteta), en representación de la peña La Veleta
2016: Jesús Ilundain Zaragüeta, 'El Tuli'
2017: DYA Navarra
2018: Motxila 21
2019: Jesús Garísoain, en representación de La Pamplonesa
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