Encierros y Sanfermines van de la mano. Por ello, con las fiestas canceladas, no habrá toros por las calles de Pamplona del 7 al 14 de julio.
Los corredores no podrán cantar ante la hornacina del santo ni guiar a la manada por Estafeta. No habrá emoción, sustos y todo lo que un corredor puede vivir en las mañanas de julio.
Tres de ellos, todos habituales y con decenas de encierros a sus espaldas, relatan cuáles son sus sensaciones en unas fechas tan señaladas pero tan diferentes.
Gorka Azpilicueta González, de 43 años y corredor durante más de dos décadas, reconoce que hace ya tiempo asumió, con resignación, la cancelación de los mismos.
Sin embargo, esta situación es tan nueva para él que no sabe qué decir: “Nunca me había planteado que no hubiera encierros. Todos sabemos que vamos a dejar de correr algún día pero esto es distinto, nadie lo hubiera imaginado. Parece que es de ciencia ficción”, explica a este medio. Desconoce también las sensaciones que invadirán su cuerpo esos días a las 8 de la mañana.
Habitual corredor en el tramo de Estafeta y callejón, explica que vivirá las fiestas con cierta incertidumbre, y tranquilidad: "Desaparecen los nervios y el no dormir de los días previos. No tengo la presión de tener que correr”, declara Azpilicueta.
"UN AÑO PERDIDO ES JODIDO"
“Año que perdemos es jodido de recuperar, no es lo mismo perder un año de encierros con veinte que con cuarenta”
A pesar de la cancelación oficial de las fiestas, Azpilicueta intentará disfruta en la medida de lo posible: "Esta situación no quita para que uno piense en los años vividos. Pasaré los días con prudencia con los amigos, y no descarto vestirme de blanco”, asegura.
Otro corredor habitual en estas fechas es Juan Pedro Lecuona Alonso, de 46 años. Este vecino de la Rochapea lleva desde los años 90 corriendo el encierro. Lo hace en el tramo final, “cuando los toros van cansados”.
“Vamos asumiendo la ausencia de las mejores fiestas del mundo durante este año, en un ejercicio de responsabilidad, pelearemos para que en esos días no se humedezcan los ojos.”, reconoce Lecuona.
Miguel Ángel Eguiluz López, 65 años, llava doce años sin correr pero podría decirse que continúa en activo: “Fui, soy y seré siempre corredor. Me siento y me sentiré siempre así”.
Durante 38 años acudió vestido de blanco a la cita mañanera con los toros y cabestros. Su tramo: los 250 últimos metros del recorrido. Las sensaciones de correr en Pamplona, explica, son diferentes a las de hacerlo en cualquier otro municipio de España. "Uno espera todo un año para correr en San Fermín”, reconoce.
Eguiluz describe la sensación previa al encierro como "un acojono mayúsculo, lógico y necesario". Ahora, sin participar desde hace doce años, está mucho más tranquilo los días previos.
Su postura con respecto a la celebración de los Sanfermines este año es la más crítica de las tres: “Al no haber encierro, no hay nada. Todo gira en torno al toro y si no hay toro, ¿qué voy a hacer? Asimilar y aceptar. Y sin hacer el gamba para dar ejemplo", mantiene.
- Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
- Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.