La despedida de Pamplona de Juan José Padilla ha quedado para la historia de la Feria del Toro y para el recuerdo de las 20.000 personas que llenaron la plaza de Pamplona.
'El Pirata' ha valorado la tarde de su adiós a San Fermín, sobre la que ha asegurado que no esperaba una comunión tan grande entre torero, toro y afición. "No me esperaba que este sueño se cumpliera de forma tan rotunda", se ha sincerado.
El torero de Jerez, en una entrevista con Manolo Molés en el programa 'Los Toros' de Cadena SER, ha reconocido que los seis días que pasaron desde su cornada en la cabeza en Arévalo hasta su tarde en Pamplona para despedirse de los Sanfermines fueron "duros".
"Son días muy intensos antes de la corrida y muy emotivos". El 'Ciclón de Jerez' ha afrontado así una recuperación exprés, en la que recibió 50 grapas en la cabeza para cerrar la herida de la cornada recibida, y un in crescendo emocional para ponerse por última vez delante de la afición.
Aclamado desde su debut en la arena pamplonesa en 1999, Padilla ha ido ganando adeptos en Pamplona hasta acabar como el gran ídolo de la plaza. Pero su adiós con 20.000 personas en pie ha asegurado que le ha superado por completo: "Esperaba una acogida entregada, pero no tanto...".
"Haber conectado con la afición, con las peñas... se agradece mucho", ha asegurado Juan José Padilla, que ya considera Pamplona como su "casa".
"Siempre he dicho que volveré a mi casa", ha avanzado 'El Pirata', que confía en poder volver a vivir los Sanfermines aunque ya sea sin traje de luces y desde otra perspectiva. "Yo quisiera estar en el callejón, en el tendido, pero no perderme San Fermín".
El matador ha confesado además que antes de salir al ruedo recibió una llamada muy emotiva por parte de otro de los grandes admirados por la afición pamplonesa, Pepín Liria, que había reaparecido en Pamplona tan solo un día antes después de 10 años apartado de los toros.
"Agradezco esa conversación que tuvimos de torero a torero, de los miedos...", ha confesado Padilla a Pepín Liria, unidos por el programa de Molés tras ser dos de los nombres propios de esta Feria del Toro.
"Yo sabia lo que iba a a pasar, lo tenía claro. Sabe que le relaté que acabaría en alto... Lo mío ha sido un milagro; lo suyo ha sido una verdad", ha desvelado el torero murciano, que en su reaparición logró cortar una oreja y después vaticinó la gran despedida de Padilla.
En el programa se ha podido abordar también la milagrosa recuperación que ha logrado completar Padilla una y otra vez tras los sustos sufridos en la arena. En este caso, en 6 días se repuso de la cornada en el cuero cabelludo para cortar tres orejas y abrir por última vez la puerta grande del encierro.
Uno de los artífices de estas recuperaciones es el doctor Alberto García Perla, que durante los últimos años ha realizado más de 20 operaciones al maestro de Jerez.
Durante la entrevista, el médico ha dado la clave para las reapariciones de Padilla: "Encaja muy bien los golpes; es duro". Doctor y torero se han agradecido mutuamente la relación de confianza que han labrado durante estos años y que les ha permitido obtener grandes éxitos en sus carreras clínica y taurina respectivamente.
De esta forma, Juan José Padilla ha recibido un pequeño homenaje en forma de reencuentro con grandes amigos para valorar su gran adiós a Pamplona, donde espera seguir volviendo año tras año para, ya desde la barrera, disfrutar los Sanfermines.